“Fue un típico caso de gatillo fácil”. Así definió el abogado de una familia de ciudadanos chinos la muerte de Yu Ken Seg, un joven de 31 años que murió de un disparo policial en la cabeza luego de una persecución vehicular que tuvo lugar hace 14 meses en la zona oeste de la ciudad. Ayer, el efectivo del Comando Radioeléctrico que disparó fue indagado por la jueza Alejandra Rodenas, quien dispuso su detención.
Fuentes judiciales explicaron que la medida fue adoptada luego de conocer los resultados de una autopsia que tiró por tierra el cinematográfico tiroteo relatado por los uniformados en el acta de procedimiento. Por el contrario, el informe indica que el tiro letal que recibió la víctima en la sien fue ejecutado a menos de diez centímetros de distancia, añadieron los voceros.
Yu Ken Seg murió el 13 de octubre de 2013 dentro del Citroen C4 que conducía y en el que iba con otro ciudadano chino, quien tras el choque se fracturó una pierna y el que brindó un relato opuesto al de los policías que mataron a su amigo: entre otras, cosas que no estaban armados.
Según habían informado fuentes de la UR II en su momento, la persecución comenzó en la puerta de una empresa de caños de 27 de Febrero al 6300 donde Yu habría disparado contra la fachada para luego dejar una nota escrita en mandarín. Fuentes de la causa dijeron a El Ciudadano que la misiva decía: “No te hagás el arrogante”. La Policía dijo que patrullaba la zona y al ver la secuencia comenzó una persecución vehicular ya que el conductor del Citroën C4 gris hizo caso omiso a la voz de alto.
Según la Policía, la persecución abordó un trayecto de unas 35 cuadras y culminó en Lavalle y Gaboto cuando los ocupantes del auto perseguido chocaron. Y agregaron que el conductor descendió del vehículo con un arma en mano y disparó contra los patrulleros.
En ese marco expusieron que repelieron el ataque con más plomo, uno de los cuales impactó en la cabeza del ciudadano chino.
La causa judicial estuvo en manos de la controvertida magistrada María Luisa Pérez Vara, en el tribunal de Instrucción 5ª, quien a fines del año pasado se jubiló. Desde el 10 de febrero pasado, el juzgado está a cargo de Alejandra Rodenas. El caso dio un giro de 180 grados ayer, con la indagatoria del policía del Comando Radioeléctrico que fue acusado de homicidio calificado por su condición de funcionario público y quedó detenido. El abogado de familiares de la víctima, Germán Mahieu, dijo que la medida tuvo lugar luego de que se conocieran los resultados de la necropsia que indicaron que el disparo fue hecho a cortísima distancia (unos 10 centímetros) en la sien, con orificio de entrada y salida. Una fuente judicial confirmó esos datos.
Mahieu agregó que la semana próxima se constituirá como querellante en la causa y adelantó que también pedirá la detención del resto del personal policial que trabajó en el caso por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica en el acta del procedimiento. En ella se menciona el secuestro de dos armas de fuego que según el abogado “fueron plantadas por la Policía”. Por su parte, el defensor del efectivo detenido, José Luis Giacometti, confirmó que ayer su cliente fue indagado y respondió a todas las preguntas que se le hicieron.
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