El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, removió a la cúpula de la Coordinadora Departamental de Investigaciones (CDI) –ex DDI– de Quilmes debido a las sospechas sobre presunto encubrimiento político de esa repartición a Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Christian Lanatta.
Ritondo designó al ahora ex jefe de la CDI de La Plata, comisario mayor Daniel Cantarini, al frente de la delegación en Quilmes, en reemplazo del comisario mayor Marcelo Di Rosa.
La decisión fue tomada dado que los vínculos policiales de los Lanatta y la red de complicidades en la zona sur serían clave para explicar la falta de resultados en la búsqueda, a una semana de la fuga perpetrada en el penal de máxima seguridad de General Alvear.
Desde el gobierno bonaerense habían consignado dudas sobre el accionar de la Policía bonaerense y relacionado con ello la escasez de resultados concretos ya que los prófugos “tienen muchos contactos y muchos favores y se entremezcla mucho la política”.
Concretamente, el gobierno provincial sospecha de la existencia de cobertura política que tendrían los delincuentes a partir de la ascendencia que, según sostienen, seguiría teniendo el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández en el municipio de Quilmes y en las zonas lindantes a ese municipio.
El sábado, Ritondo vinculó a Fernández –que fue intendente de Quilmes entre 1991 y 1995– al hecho al señalar que el excandidato a gobernador bonaerense del FpV “está involucrado con todo lo que tiene que ver con el submundo de Quilmes”.
Ante esa acusación, Fernández le respondió que los prófugos “no andarían por ningún submundo sino por la casa de la suegra y la verdulería”, al tiempo que cuestionó el operativo.
El cruce entre ambos dirigentes se produjo en momentos en que los condenados Martín y Christian Lanatta y Víctor Schillaci evaden a los efectivos de cuatro fuerzas de seguridad que intentan dar con ellos sin éxito, pero que detectaron su presencia en el sur del conurbano bonaerense.
“En una zona del Gran Buenos Aires delimitada estamos trabajando mucho. Hay algo que los llamó y que hace que inclusive después de Ranchos vuelvan a ese lugar y se sientan cómodos”, señaló el ministro bonaerense sobre la presencia de los fugitivos en las localidades de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela.
Sobre ese punto, resaltó que los Lanatta y Schillaci tienen “muchos contactos” y que “se entremezcla la política”, ante lo cual apuntó contra Fernández, al considerar que “está involucrado con todo lo que tiene que ver con el submundo de Quilmes”.