Una policía transexual rosarina podrá vestirse de mujer e ir al baño femenino, en lo que se conoce como el primer caso tras la resolución puesta en marcha la semana pasada por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
La uniformada en cuestión es Angie Beatriz Álvarez, de 40 años, quien de esta manera se beneficia con la nueva resolución que aumenta los derechos de los efectivos transexuales.
La medida adoptada por la cartera de Seguridad, a partir de la Resolución número 1181/2011, con fecha del 25 de noviembre, es «para respetar la identidad de género adoptada por personas travestis, transexuales y transgénero» y la ministra Nilda Garré instruyó en ese aspecto a las Fuerzas Policiales y de Seguridad federales.
«Las personas trans deberán ser reconocidas por la identidad de género adecuada a su percepción, tanto en el trato personal como para cualquier tipo de trámite, comunicación o publicación al interior de las Fuerzas», indicaba el comunicado emitido desde la cartera. La resolución también beneficia a las mujeres transexuales, que pueden vestirse con uniforme masculino y usar los baños de hombres.
«Creo que ahora más gente va a tener el coraje de salir del armario, algo que yo hice hace más de tres años», relató Álvarez en declaraciones a la cadena de televisión BBC.
La uniformada en cuestión comenzó a trabajar como policía en 1998, con nombre y ropa de hombre, pero años más tarde, a partir de un tratamiento fue cambiando, y empezó a vestirse de mujer.
La uniformada relató que cuando comenzó la transformación de su cuerpo sus jefes «no estaban de acuerdo con los cambios, pero después se fueron acostumbrando».
Álvarez trabaja en el sector de bomberos de la policía de la provincia y usa el uniforme básico para ambos sexos, que es el pantalón azul marino, camisa blanca y botas.
Sin embargo, en las ceremonias oficiales de la policía usa falda y chaqueta, aunque reconoció que «al encontrar resistencia» para maquillarse y acicalarse el pelo y las uñas llevó su reclamo «a la televisión de Rosario», lo que le permitió que los efectivos dejaran de oponerse.