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Policías gays denuncian que son discriminados por sus jefes

Por Laura Hintze.- La pareja ya consiguió asesoramiento legal y en las próximas horas realizará una presentación formal.

“Por primera vez me siento discriminado por la Policía”. Fue así como Mariano Costa concluyó su relato, un relato que comienza con el fin de su licencia por matrimonio y con la sorpresa de un cambio de destino en su puesto de trabajo que aún no se resuelve. Mariano fue noticia hace poco más de un mes por ser parte de la pareja de policías gays que se casó por civil e iglesia. Hasta ese momento, todo fue bien, y gran parte de la novedad tuvo que ver con las declaraciones de los novios, que confirmaron, más de una vez, que en la Policía no había discriminación. Ahora, la historia es otra y todo indica que terminará con una denuncia formal a la fuerza de seguridad  de la provincia.

“Es orden del jefe”

Hasta que volvieron de sus vacaciones, todo estuvo perfecto. “La casa, los perros, los gatos, el trabajo; si hasta nuestros compañeros vinieron al casamiento”, resumió la pareja. Sin embargo, a la hora de reintegrarse a la labor en la Policía provincial, comenzaron las vueltas. “Yo tenía un lugar asignado, y de golpe me cambiaron el destino. Me empezaron a dar vueltas, me dijeron que no encontraban lugar y me mandaron a la división de Medicina Legal, donde estuve una semana”, explicó Mariano en una entrevista con El Ciudadano.

Sin embargo, el último lunes, cuando se presentó a trabajar, le comunicaron que no iba a seguir más ahí, por orden del jefe. Según Mariano, cuando pidió el justificativo no le dijeron más que eso: “Es orden del jefe”.

“Yo me siento discriminado por la Policía, por primera vez. Hay rumores que indican que hubo comentarios que justifican la discriminación”, dijo Mariano. Si bien prefirió no dar nombres ni detalles sobre ese hecho, aseguró que a él le consta que se ha hablado “del puto ese”, en referencia a su persona y no le caben dudas de que su situación especial en la fuerza policial –cobrando sueldo pero sin destino alguno para trabajar–  es por discriminación.

La pareja ya se entrevistó con una abogada, quien también consideró viable que la actual condición laboral de Mariano sea por discriminación. Al cierre de esta edición aún no se había realizado ninguna denuncia formal, pero la pareja ya había tomado la decisión y tenían asesoramiento legal para realizar la presentación.

Los confites

A principios de octubre pasado, Mariano y César Retamar Romero relataron a El Ciudadano su historia: dos policías gays que decidieron casarse.

Sus declaraciones sirvieron para que, de alguna manera, la noticia fuera lo normal que es todo para ellos. Ni ser gays ni ser policías los había expuesto a alguna instancia de discriminación. Así, en su momento, salieron a defender a la misma fuerza de seguridad que ellos afirman que hoy los discrimina.

Esas declaraciones, probablemente, fueron el eje principal de la noticia, ya que rompieron con esa suerte de estigmatización que tiene la Policía.

En su momento aseguraron que en la Policía “la mente es más abierta”, y que sus compañeros de trabajo están “recontentos”. Es más, varios de sus colegas fueron a la fiesta y al casamiento por Civil, y se mostraron más que emocionados. Ahora, parece, la historia cambió.

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