Search

Pomelo Mateo: «Hay sentido de pertenencia y un club muy ordenado. Estoy donde quiero estar»

El entrenador de la sexta leprosa elogió el trabajo de Enrique Borrelli y recordó los mejores momentos de su carrera, con un final que sorprendió a todos. “El Tata fue el mejor entrenador que tuve en mi carrera. Cumplía todos los requisitos", dijo el ex volante que hoy trabaja para formar juveniles

El encierro de este aislamiento obligado no lo cambia. Nada en realidad parece modificar su forma de ser. Perfil bajo, humildad en sus palabras, predisposición al trabajo, entrega infinita y un gran amor por Newell’s forma parte del ADN de Diego Mateo.

El actual DT de la sexta leprosa habló en el programa Frecuencia leprosa y se mostró feliz por este nuevo momento de su carrera. Elogió a Enrique Borrelli, agradeció a Seba Peratta y Cristian D’Amico por darle una chance, destacó el gran momento institucional que vive al club, y recordó dos momentos sentimentales de su carrera: el equipo del Tata de 2013 y la decisión del retiro, que empezó a gestarse cuando la Lepra derrotó a Central con el gol de Maxi sobre la hora.

“Encerrado en casa, tratando de mantenerme ocupado y no pensar tanto en lo que estamos viviendo. Trato de ayudar a los chicos con la escuela, cocino un poco, hago alguna compra puntual y sobretodo estoy muy atento a lo que sucede con los chicos de la sexta división que dirijo y con el resto de las inferiores. Generamos charlas con los jugadores de primera, hacemos entrenamientos vía Zoom y tratamos de darles actividades a los chicos para que se mantengan motivados”, cuenta Pomelo sobre cómo vive estos días de cuarentena.

“No es fácil mantener a los chicos motivados, cada caso puntual es diferente, con una situación social distinta. Hoy en nuestra categoría tenemos 44 jugadores, con realidades diferentes. Tratamos de charlar en privado con cada uno para ver cómo se sienten en todo sentido. Incluso hay chicos que no pueden trabajar con Zoom, porque no tienen un celular de alta tecnología o computadora en la casa o una señal de wi fi”, agrega.

Y deja en claro que las inferiores leprosas están muy involucradas con los chicos a pesar del distanciamiento. “Tratamos de buscar diferentes alternativas con lo que les gusta a los chicos para mantenerlos entretenidos, nos hace estar en contacto permanente con los chicos; es un lindo desafío y tratamos de hacer lo posible. Hay chicos con una realidad difícil, pero la van llevando. Y por eso nos mantenemos en contacto permanente para hacerle un seguimiento personal de salud y en la parte económica familiar. Por ahora no tuvimos que intervenir en mi categoría, pero en otras hubo que acercar ayuda de parte del club por el tema alimentos y situación familiar”, confía.

A la hora de explicar el por qué de su decisión de dirigir inferiores, explica: “Mi amigo el Flaco Peratta junto a Cristian D’Amico aceleraron mi llegada al club, me insistieron mucho. Estuve unos años haciendo cursos, capacitándome, dándole tiempo a mi familia, pero yo sabía que iba a volver a Newell’s porque uno siente los colores. Hay un gran sentido de pertenencia y un club muy ordenado. Veo una sintonía muy buena en la institución, entre dirigentes, jugadores, cuerpo técnico, inferiores, y eso me pone feliz”.

Y añade: “Quería estar desde el lado de la formación, ya que creo que por mi personalidad y carácter es donde más cómodo me siento. Recién arranco pero es lo que me gusta. No sé si lo estoy haciendo bien o mal, pero le estoy poniendo muchas ganas y me siento muy cómodo”.

Enseguida, Pomelo destaca la gestión al mando de Enrique Borrelli. “Fue un gran acierto de Seba Peratta y la dirigencia ir a buscar a Enrique (Borrelli) y Juan Cruz Anselmi. Al no ser del club podía ser que les cueste, pero no pasó. Son dos personas que tienen muchos contactos en AFA, trabajan en Conmebol, son gente de fútbol, con mucha experiencia en la formación. Son serios y muy capacitados. Y encima, le dieron una preponderancia al tema sentido de pertenencia que es para elogiar. Organizan charlas de ex jugadores para los chicos, están súper involucrados con lo que pasa en el club, y además sirvió para que se sume Jorge Griffa, que es patrimonio nuestro y no tenía que estar afuera. Están haciendo un gran trabajo y me siento muy cómodo. Estoy en el lugar que quiero estar”, sostiene.

Ese sentido de pertenencia también parece ser un sello de Borrelli. “Los técnicos de inferiores son ex jugadores, hinchas del club, estamos volviendo a esa época de inferiores del Maestro Griffa donde defender la camiseta era a muerte, todos amábamos jugar para Newell’s y me encanta”, comenta Mateo.

Obviamente es imposible no pensar en el Pomelo jugador, y ahí el recuerdo más feliz lo lleva al 2013. “El Tata fue el mejor entrenador que tuve en mi carrera. Cumplía todos los requisitos: buena gente, gran jugador, gran entrenador, un fenómeno. Un ser humano increíble, con unos valores que no son fáciles de encontrar en el fútbol. Y mirá que muchas veces no jugaba, porque lo ponía al Mudo Villaba, pero el Tata fue lo máximo. Un equipo comandado por un grande, un gran grupo con un sentido de pertenencia único. Jugadores que volvieron de Europa para dar una mano. Disfruté mucho dentro de la cancha, pero afuera se vivía de la misma manera. Fue el año más lindo de mi carrera”, se sincera.

El perfil bajo de Pomelo lo marcó incluso en el día de su retiro, decisión que sorprendió a todos en el medio de un partido ante San Martín de San Juan. “No me arrepiento de nada. Todo lo que hice en mi carrera lo hice desde la buena fe, desde la predisposición, desde la entrega. La decisión del retiro fue espontánea, creía que era lo mejor para mis compañeros y para el club, retirarme con una buena imagen. Veía que estaba todo dado para que sea en ese partido. Un poco acorde a mi personalidad, a mi perfil bajo, no quise que trascienda demasiado. Y al final se dio de película, fue soñado. Se me dio todo, con el cariño de la gente, con un gol… le pedí a Dios que me dé sabiduría para tomar la decisión correcta y sucedió. En el entretiempo le dije Diego Osella que me quería retirar, pero que me diera solo 5 minutos del segundo tiempo y en ese tiempo vino el gol. Estaba todo dado para que así sea”, confiesa.

Si bien ese día dejó definitivamente las canchas, el propio Pomelo sorprende al confesar que la idea empezó a cerrarse unas semanas antes, el día de la victoria en el Clásico con gol de Maxi en tiempo adicionado. “Quería ganarle a Central, era un poco lo que me motivaba a continuar. Ganarle en cancha de ellos fue algo increíble. Y cuando me desplomo tras el pitazo final, es como que sentí un alivio y ahí empecé a pensar que podía retirarme. Ese clásico es un recuerdo inolvidable”, concluye.

10