La Municipalidad de Rosario rechazó ayer el pedido de distintas asociaciones de titulares de taxis que habían solicitado –tanto al Ejecutivo como al Concejo Municipal– la posibilidad de implementar un sistema de “probation” para pagar las multas por infracciones cometidas por los choferes. El pedido obedecía al alto valor de las sanciones que, según denuncian, deben afrontar de manera frecuente en el Tribunal de Faltas. La titular de la Secretaría de Servicios Públicos, Clara García, recordó que los taxistas “son profesionales” y que por esa razón deben tener “mucho más cuidado” al conducir que un ciudadano común, por lo que un sistema de probation no sería lo más adecuado frente a las infracciones ya que éste se usa solo en casos excepcionales.
“Yo pondría más hincapié en los cursos y capacitaciones para evitar cualquier inconveniente futuro”, agregó.
Cabe recordar que tanto desde la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar) como desde la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) mostraron su preocupación por las multas cometidas por los choferes cuyas cifras, por lo abultado, “pueden llevar incluso a la quiebra al dueño del vehículo”.
El pedido cobra especial sentido en el momento en que empieza a regir un fuerte incremento en el castigo a las infracciones.
Sobre esto la funcionaria recordó que el chofer de taxi es “un profesional, además del responsable de un servicio público”.
“Ya de por sí tiene que tener un especial cuidado en el cumplimiento de las normas de tránsito. Creo que las organizaciones de taxis justamente tienen que bregar para fortalecer la capacitación y el compromiso de sus conductores. Deben dar justamente el ejemplo, porque a diferencia de los otros conductores han tenido una formación específica”, explicó.
Sobre la probation, la secretaria de Servicios Públicos recordó que “es una medida judicial que puede usarse en algún caso excepcional, cuando la situación lo amerite, pero no puede ser usada de manera compulsiva”.
“Me parece que la probation, que además no es una figura muy usada en la Justicia argentina, en todo caso puede quedar como recurso para un particular desprevenido y no para un profesional de la conducción”, añadió.
La principal queja de los titulares de licencias de taxis es que en muchas ocasiones deben hacerse cargo de las infracciones cometidas por los peones porque “se multa al auto”, y que los jueces del Tribunal de Faltas les piden que sean ellos los encargados de hacer comparecer a sus empleados cuando éstos hayan infringido las normas.
“Nosotros no tenemos ni queremos tener poder de policía”, protestaron.
En este punto, García remarcó que “se multa al auto en la medida en que su titular no demuestre que había un conductor autorizado”. “Si un inspector de tránsito detiene un auto la multa se hace contra quien está cometiendo la infracción y en los casos de multas electrónicas, con cámaras fotográficas, el titular tiene todo el derecho al descargo mostrando la tarjeta azul de quien estuvo manejando, usando también el horario laboral de cada uno de sus empleados”, agregó.
“El tema es que los titulares tienen que tener una gestión activa con el tema de las infracciones. Hoy existen muchos métodos para hacerlo. Uno puede entrar a internet y en muy poco tiempo, con los datos de la patente, puede saber cuál es la situación del vehículo”, concluyó.