Por Antonio D’Eramo / Noticias Argentinas
La reciente detención de un pasajero en el aeropuerto de Ezeiza con 100 frascos de la droga popper no es el primer caso del que NA da cuenta en sus crónicas. Un hecho similar sucedió cuando los agentes aduaneros detuvieron a otro hombre que regresaba desde Madrid acusado de transportar 12 frascos de la “droga del amor “.
En Córdoba, por ejemplo, la justicia de esa provincia acaba de condenar al periodista Ernesto Andrés Olivieri, de 29 años, a cuatro años de prisión por contrabando agravado al ingresar popper al país e intentar comercializar un producto que suele provocar lesiones neuronales y, en algunos casos, la muerte de quien lo consume.
Pero ¿de qué se trata este nuevo veneno estimulante que está proliferando en la noche de la Argentina?
El popper es una droga estimulante y vasodilatadora que los consumidores suelen considerar como poco nociva, a pesar de su venta ilegal y su alto precio, pero, en realidad, puede comprometer gravemente la salud.
Popper es el nombre más común con el que se conoce a las sustancias químicas inhalantes compuestas por el nitrato de amilo, isobutilo o butilo, y que se ha relacionado principalmente con fiestas y orgías sexuales y es utilizado tanto por parejas heterosexuales como homosexuales y en ámbitos de prácticas de swinger, intercambio de parejas, porque posibilita el incremento sustancial de la líbido, una relajación de los esfínteres y favorece la erección, además de generar un estado de bienestar y letargia en la persona que lo inhala.
Ahora bien, la vasodilatación que provoca esta droga en el organismo, aumenta la frecuencia cardíaca y la oxigenación de la sangre. De ahí que uno de los síntomas más característicos de las personas consumidoras, durante el breve lapso de tiempo en el que experimentan sus efectos placenteros, sea una congestión y enrojecimiento de la cara y cuello.
Estos síntomas leves pueden mutar a otros más peligrosos como dolores de cabeza, taquicardia, vértigos, enrojecimiento de las mucosas, náuseas, vómitos, alucinaciones, pérdida del conocimiento, aumento de la agresividad y diarrea. Uno de sus riesgos más alarmante es que puede causar hipotensión, con la posibilidad de sufrir un colapso severo.
Las autoridades sanitarias europeas tomaron nota de los riesgos a la salud pública de estas drogas que no están autorizadas para su venta pero que suelen conseguirse en establecimientos eróticos y tiendas online, bajo etiquetas de productos que no son tales.
Se consigue Popper de manera ilegal al ofrecerse como limpiadores de cabezales de ordenadores, sales de baño, disolventes o fertilizantes para plantas.
En Argentina los casos descriptos muestran una tendencia al consumo al alza de la sustancia ilegal y provienen siempre del mercado asiático y del Viejo Continente.
En el caso del periodista cordobés Andrés Olivieri, que reconoció su culpabilidad ante el fiscal general Maximiliano Hairabedian para conseguir un juicio abreviado, los investigadores hallaron 35 frascos con 465,75 mililitros, que se sumaron a los 25 de la encomienda que provenía desde la ciudad de Rennes en Francia.
En primera instancia Olivieri burló el control aduanero haciendo ingresar al país la droga como “difusores de ambientes”. Los peritajes permitieron establecer que las sustancias contaban con propiedades químicas compatibles con “nitritos de amilo” (popper) por 888,75 mililitros.
Investigadores judiciales están en contacto con otras agencias policiales de la región que investigan el ingreso de drogas peligrosas a la región.
En Chile sonaron las alarmas desde el fin de la pandemia al registrarse un notable incremento de raras drogas psicoactivas.
El 8 de septiembre pasado, agentes de aduanas del aeropuerto internacional de Santiago, inspeccionaron dos cargamentos procedentes de Emiratos Árabes Unidos. Descubrieron 40 kilos de polvo de kratom, una sustancia psicoactiva extraída de las hojas del árbol de kratom, en el sureste asiático, según informaron autoridades judiciales oficialmente.
El kratom, cuya acción puede ser estimulante u opioide dependiendo de la dosis, fue prohibido en el país trasandino a comienzos de 2021 y fue catalogado como «nuevas sustancias psicoactivas» (NSP), derivada de plantas en el Sistema de Alerta Temprana de Drogas (SAT) del país vecino.
El sitio Insighet crime, especializado en temas de seguridad, explicó en un informe que, “El mercado de NSP en Latinoamérica está creciendo a un ritmo relativamente acelerado. Pero esa velocidad es aún mayor en Chile, país, que, junto con sus vecinos del Cono Sur, Brasil y Argentina, se ha situado entre los mayores centros de nuevas sustancias psicoactivas en la región”.
Además el sitio reportó que “..los decomisos de nitritos de amilo, una clase de depresores para inhalar también conocidos como “poppers”, estaban llegando a niveles récord este año. Y en julio de 2021, las autoridades confiscaron una cantidad no declarada de fenetilina, sustancia de la categoría de las anfetaminas muy difundida en Medio Oriente”.