El Fondo Monetario Internacional (FMI) confió ayer en que podrá mejorar su relación con la Argentina una vez que el país modifique sus datos económicos con el nuevo índice de inflación y de PBI, y agregó que si bien mantiene “contactos regulares” con el gobierno por ahora no planea enviar una misión. “Yo pienso que el directorio del FMI ha tenido un abordaje muy consistente” al analizar esta semana el estado actual de las relaciones con Argentina, dijo el vocero Gerry Rice en una conferencia de prensa.
El Fondo sigue de cerca la reformulación de los métodos para la elaboración de estadísticas en la Argentina después de haber impuesto en febrero de este año una “moción de censura” por desconfiar de los datos oficiales que publica el Indec.
Rice apuntó que el organismo multilateral de créditos “considera” los “esfuerzos” que viene haciendo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para mejorar la imagen de su organismo de estadísticas estatal.
El lunes, el directorio de la entidad monetaria advirtió que la Argentina aún no había adoptado las medidas requeridas para mejorar sus estadísticas, aunque reconoció los avances conseguidos y estableció un nuevo cronograma para aplicar esas reformas.
Esta posición del FMI marcó un cambio sensible en sus relaciones con la Argentina, que 10 meses antes había recibido del Fondo una severa censura por la inconsistencia de los datos proporcionados sobre inflación y el PIB.
Esta mejora del diálogo, sin embargo, no incluye por el momento ninguna conversación sobre una eventual misión del FMI a la Argentina, como mencionaron versiones divulgadas por medios de prensa porteños.
“No hay verdad en este asunto en particular. Tenemos contactos regulares con las autoridades argentinas en el contexto de los temas tratados, incluyendo al nuevo ministro de Economía”, dijo Rice.
El FMI, añadió el vocero, “dará la bienvenida a cualquier oportunidad para mejorar nuestro diálogo con la Argentina en política económica, pero por ahora nuestro foco está en los datos” estadísticos que el gobierno proporciona a la entidad.
La Argentina, que en la práctica está fuera de los mercados internacionales desde el default de 2001, se encuentra en medio de una generalizada campaña por superar los obstáculos con entidades crediticias internacionales para normalizar esta situación.
