¡Suspendido! El amistoso que Israel y Argentina iban a disputar el próximo sábado en Jerusalén no se jugará luego de la escalada de violencia, amenazas y críticas gubernamentales que recibió el capitán Lionel Messi y la delegación albiceleste en Barcelona.
Fuentes de la AFA confirmaron a Noticias Argentinas que la suspensión se decidió luego de evaluar las opciones de seguridad que iban a acompañar a la selección en su llegada a Jerusalén, donde Messi iba a visitar, incluso, el Muro de los Lamentos.
En los próximos minutos se espera una comunicación oficial por parte de la AFA a través de las redes sociales, en el contexto de un partido teñido de política, con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, interesado en demasía.
No fue una decisión fácil, ya que el cachet de al menos dos millones de dólares por la presencia de la selección argentina ya fue pagado y el presidente de la Nación, Mauricio Macri, estaba muy interesado en que se concrete en virtud de sus relaciones económicas crecientes con Israel.
El presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, le agregó un condimento negativo a la visita y anunció una «campaña contra la federación argentina, apuntando personalmente a Messi, que cuenta con decenas de millones de seguidores en los países árabes y musulmanes. Pedimos a todos que quemen las camisetas con su nombre y los carteles donde salga».
Y así fue como este martes por la mañana, en el entrenamiento de la selección argentina en Barcelona, una protesta de palestinos terminó con la quema de camisetas albicelestes llenas de sangres, ante la vista del presidente de AFA, Claudio «Chiqui» Tapia.
El lunes, en todo este contexto, el embajador del Estado de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed, insistió en el rechazo a la disputa del amistoso entre Israel y la selección albiceleste en Jerusalén y comparó: «Es como si nosotros celebráramos la ocupación de las Islas Malvinas».
«Este partido es como que nosotros celebráramos el aniversario de la ocupación de Malvinas, esto sería una aberración, una falta de respecto y una agresión al sentimiento del pueblo argentino. Nuestra esperanza es que el pueblo argentino y los integrantes de la Selección tengan conciencia del crimen del cual están siendo partícipes si juegan este partido en Jerusalén», afirmó.