Numerosos centros de salud ubicados en barrios rosarinos, tanto dependientes de la Provincia como de la Municipalidad, permanecían este viernes cerrados ante la situación de intranquilidad social provocada por los recientes hechos de violencia extrema, y una amenaza recibida por un empleado administrativo de uno de esos sitios de atención primaria, muchas veces los únicos accesibles para vecinos de zonas alejadas del centro de la ciudad.
Un detonante de la decisión de cerrar los efectores, tanto por autoridades como por los gremios de los trabajadores, fue la amenaza con un arma que sufrió en la mañana de este jueves, según denunció, un empleado administrativo del centro de salud provincial Libertad, ubicado en Cura Brochero 4495, a metros de la colectora de avenida Circunvalación en el extremo sudoeste de Rosario.
«Flaco, ¿vos trabajás acá? Váyanse y cierren el centro de salud porque los vamos a balear a todos», dijo la víctima que le increpó el agresor cuando estaba en su auto a metros del dispensario y luego de golpearle con un arma la ventanilla del vehículo, para luego escapar a la carrera.
De inmediato, el gremio estatal ATE dispuso una medida de fuerza, por lo que ese y otros efectores dependientes de la Provincia dejaron de atender. Lo mismo ocurrió con otros municipales. Luego, desde la Municipalidad informaron que de los alrededor de 50 que funcionan en los barrios y están bajo su órbita, se «concentró» el personal en 16 de ellos, aunque otras fuentes dijeron que a varios agentes de esos lugares les comunicaron que no vayan a sus lugares de trabajo hasta que estén garantizadas las condiciones de seguridad.
El mismo jueves, la secretaria de Salud de ATE Rosario, Eleonora Salvatierra, recordó que un día antes los gremios habían mantenido una reunión con autoridades del Ministerio de Salud de Santa Fe en las que se les garantizó un refuerzo de personal de seguridad en hospitales y centros de salud. “Sin embargo, este jueves la realidad de muchos efectores fue otra”, argumentó respecto a una situación de inseguridad que, dijo, padecen «desde hace tiempo este contexto de violencia”.
EL cierre de varios de esos efectores barriales de Municipalidad y Provincia se mantenía este viernes y es probable que recién se normalice la atención, a veces la única para los vecinos de las zonas más vulnerables, el próximo lunes. En principio, en cuatro barrios a los que se destinarán las fuerzas de seguridad federales que comenzaron a arribar a al ciudad.
Varios centros de salud permanecen con custodia de policías y agentes de Prefectura, que realizan la tarea cobrando adicionales.
