Los santafesinos que pensaban afrontar algún gasto importante con el resarcimiento que le dará la EPE por los cortes de energía que tuvieron que soportar, mejor vaya pensando en buscar otro tipo de financiación. Las buenas intenciones del gobierno, del defensor del Pueblo, y de la Empresa Provincial de la Energía de compensar a los sufridos usuarios que tuvieron que soportar sin luz muchas horas, en algunos casos días, no parecieran ser demasiado tentadoras desde los números.
Si tomamos la intención oficial de compensar con el doble de kilovatios no suministrados durante las horas del corte, tomando como referencia el consumo de igual bimestre del año anterior, un consumo promedio de una familia tipo podrá recibir en la factura que se emitirá en mayo unos 3 pesos de compensación por cada día de corte que le haya tocado soportar. Quiere decir que aquellos usuarios que estuvieron más de dos días sin luz, cortando calles y protestando por los medios, recibirán dentro de tres meses descuentos de poco más de 6 pesos, como para comprarse una Coca bien fresca, o recuperar el dinero de la que se compraron el día del corte.
Si se toma un consumo promedio de 400 kilovatios, donde los primeros 120 tienen un costo de 0,10 centavos, los segundos 120 llegan a un valor de 0,135 centavos, y el resto 0,26, se llegaría a un importe neto por los kilovatios, sin considerar otros importes de la factura que no tienen que ver con el consumo, a una cifra final de 70 pesos. Suponiendo que en enero del año pasado el consumo fue algo parecido a éste, un día entero apenas supera el peso de costo. Como la EPE compensa con el doble se podría estar llegando, con viento a favor, a los 3 pesos.
Si se toma un consumo promedio de 700 kilovatios, se llega a un importe neto de 150 pesos, con lo cual el consumo de un día estaría en el orden de los 3 pesos y la compensación por un corte de 24 horas llegaría a los 6 pesos. Si se incluyera en la compensación el IVA y otros conceptos presentes en la factura se podría incrementar la compensación.
De confirmarse estos números el resarcimiento anunciado para usuarios residenciales, que excluye a los comercios e industrias, no parece ser una medida que satisfaga a ninguna de las partes. La EPE pierde recursos que terminan siendo muy poco representativos para la gente que sufrió los cortes, los usuarios ven descontar en sus facturas números que resultan insignificantes y con boletas que recibirán dentro de tres meses, y los más perjudicados por los cortes, pequeños comerciantes que perdieron la mercadería y hasta vieron cómo se quemaban los motores de sus heladeras, no recibirán compensación alguna. No parece ser un buen panorama.
El único que parece llevar algo a su propia cuenta es el defensor del Pueblo, Edgardo Bistoletti, quien por primera vez en mucho tiempo logró que el Estado tuviera un gesto, aunque mínimo e insuficiente, para compensar los contratiempos a los usuarios de un servicio a los que siempre se le dijo “pague y después vemos”. “Esta devolución es un logro porque partimos desde cero –dijo Bistoletti–. Acá nunca hubo una ley que contemplara este tipo de resarcimiento, es una cuenta pendiente. Lo que se ha conseguido fue mediante un pedido y no porque haya una ley que obligue a ello”, significó el funcionario.
Consultado por este tema el presidente de la EPE, Daniel Cantalejo, dijo que todavía no estaban los detalles finos del resarcimiento, y que aún tenían tiempo de ajustar, debido a que las compensaciones serían recién descontadas en las facturas de principios de mayo.