Según revelaron fuentes gremiales a ámbito.com, el Ministerio amaneció vallado y con una fuerte custodia policial. Enterados sobre la supuesta existencia una lista con más de mil nombres de personas despedidas desde este 31 de marzo, los trabajadores decidieron concurrir a sus puestos todos juntos al mismo tiempo.
Además de decenas de uniformados, lo primero que se encontraron fue una sola puerta de acceso habilitada. «El ingreso por L. N. Alem 628/656», indicaba un cartel pegado en el frente de la torre ubicada en pleno centro porteño.
Entre forcejeos y empujones, los empleados cruzaron el vallado e ingresaron al hall principal. Desde las 9.30 realizan allí una asamblea con presencia de ATE y UPCN y debaten las medidas a seguir.
El martes a última hora fueron convocados los integrantes de la Junta Interna del Ministerio para reunirse con el subsecretario de Coordinación, Santiago Ricardes. En el encuentro, les comunicó que desplazarían a todos los contratados desde el 1 de abril en el marco del decreto 254/2015, que puso bajo revisión de una comisión evaluadora los convenios.
A media mañana se lo vio entrar al nuevo secretario de Empleo, Miguel Puente, ex gerente de Recursos Humanos de Techint, rodeado de un fuerte operativo de seguridad. Los trabajadores lo increparon con cánticos y reclamos por la permanencia de las fuentes laborales. En el salón central suenan bombos, trompetas y cuelgan banderas de los sindicatos.
Hasta el momento se conoció oficialmente el envío de 237 telegramas. La mayoría llegaron a las gerencias del interior del país. «Estamos con los ánimos bajos, están vaciando áreas importantes dentro del Ministerio», dijo el delegado de ATE, Carlos Peuchot, a ámbito.com.
Los trabajadores se declararon en estado de alerta y asamblea permanente y exigen abrir una mesa de diálogo con las autoridades de la cartera. «Estamos todos luchando con la consigna de la unidad los trabajadores, mi trabajo son tus derechos, y lo único que se le pide a Triaca es que de la cara y no lo hace, ni él ni sus asesores. No hay motivos justificados para los despidos», enfatizó M.B., otro empleado que pidió reserva de identidad por temor a represalias.