La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer en Santiago de Chile que la cumbre de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) “marca una nueva época”, en la que los pueblos de la región están “muy unidos” y bajo “una misma concepción de progreso con inclusión social”.
La “integración es un camino en el que venimos bien” y por el cual los pueblos de América latina y el Caribe “estamos trabajando hace mucho”, destacó Cristina ante los periodistas, tras llegar al hotel donde se hospeda en Santiago de Chile.
La jefa del Estado arribó ayer a la capital chilena, donde remarcó la importancia de que la Celac participe de su primera cumbre como bloque regional, al tiempo que destacó la participación de Cuba –que desde mañana ocupará la presidencia pro témpore– como miembro de esta comunidad de países.
Al dialogar con la prensa llamó a los mandatarios latinoamericanos y caribeños a seguir trabajando “para unir a toda la región” y avanzar “en el camino de la inclusión social y el crecimiento”.
Al referirse a la integración sostuvo que “es un camino en el que venimos bien” y por el cual los pueblos de América latina y el Caribe “estamos trabajando hace mucho”.
La presidenta llegó a Santiago de Chile con una agenda muy cargada ya que, además de participar del encuentro con los mandatarios de la Unión Europea y de la posterior primera cumbre de jefes de Estado de la Celac, está previsto que mantenga varios encuentros bilaterales con presidentes de otros países como el que ya tuvo con su par de Brasil, Dilma Rousseff.
El viernes, los cancilleres de ambas regiones mantuvieron un encuentro en el salón principal del Espacio Riesco –donde ayer se encontraron los mandatarios– en el que definieron poner los temas de la inversión de calidad social y ambiental y el comercio interregional como ejes principales del encuentro.
Entre los 61 países que participan de la cumbre existen diversas posturas sobre las condiciones bajo las que deberían generarse las asociaciones estratégicas entre ambas regiones.
Algunos países de América latina buscan reducir las trabas para el ingreso de sus productos primarios al Viejo Continente, mientras que los europeos buscan mercados para reemplazar el consumo interno golpeado por la crisis financiera.
Parte de esos temas fueron abordados por Cristina durante la reunión de casi cuarenta minutos que mantuvo con Rousseff (ver aparte).
Tras la reunión, la comitiva oficial partió hacia el Espacio Riesco, el centro de eventos ubicado a unos 20 kilómetros del centro de Santiago de Chile donde se desarrolla la Cumbre. La presidenta se encuentra acompañada por los ministros Norberto Yauhar (Agricultura), Julio de Vido (Planificación), Débora Giorgi (Industria), los viceministros Axel Kicilloff (Economía), Eduardo Zuaín (Exterior) y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, entre otros.
Cristina, Dilma y el Mercosur
La presidenta Cristina Kirchner mantuvo ayer una reunión bilateral con su par brasileña, Dilma Rousseff, en la que dialogaron sobre un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
El encuentro se prolongó por 40 minutos en el hotel Ritz de Santiago de Chile, donde se hospeda Rousseff, en el marco de la actividad previa a la cumbre la Celac y la UE.
Tras finalizar el encuentro bilateral, Cristina habló con los medios presentes: “La negociación con la UE no puede ser con las bases tomadas en 2004. Hay que construir un nuevo esquema de premisas, primero intra Mercosur, porque no somos sólo la Argentina y Brasil, sino entre todos, junto a Paraguay, Uruguay y Venezuela”.
“Hay países emergentes con desarrollo industrial emergente frente al consolidado desarrollo de la UE, y se necesita que esto sea previsto para que las asimetrías estén previstas”, dijo.
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