Italia está sumida en una profunda crisis sanitaria por el coronavirus, que se extiende de manera implacable por todo el país. Las cifras oficiales hablan de más de 5 mil muertos y 60 mil infectados, aunque para muchos especialistas esos números se quedan muy cortos a la hora de reflejar la realidad sobre los estragos que está causando la pandemia que tiene en vilo al mundo entero.
“Por favor no subestimen el virus: acá lo hicieron y se les fue todo de las manos”, imploró Nicolás Spolli desde su casa en la pequeña localidad Crotone en el sur del territorio italiano donde se encuentra haciendo la cuarentena junto a su esposa e hijos al igual que el resto de la población.
El Flaco es uno de los tantos argentinos que residen en Europa y que puede dar testimonio de primera mano de la locura que se vive a diario a causa del COVID-19. “Por suerte acá en la zona de Calabria hay pocos casos y la gente está respetando las medidas de seguridad para evitar que el virus se propague demasiado. Pero lo que está pasando en el norte es una locura”, dijo el ex Newell’s a El Hincha.
Antes de la llegada del coronavirus, Spolli se encontraba disputando el campeonato de la Serie B con el club que lleva el mismo nombre que la ciudad donde reside, de apenas 80 mil habitantes, en la costa oriental de Calabria pegadito al Mar Jónico, en la zona que se conoce como Golfo de Tarento.
“El club nos licenció a todos y nos preparó un programa especial de entrenamientos para cada uno a la espera de que se resuelva esto, pero a esta altura nadie sabe que va a pasar”, se lamentó el defensor de 36 años, ya que su equipo venía realizando una muy buena campaña: a falta de 10 fechas para el desenlace de la temporada marchaba segundo en zona de ascenso directo.
“Igual a esta altura eso quedó en segundo plano”, aseguró el Flaco, preocupadísimo al igual que tantos por la situación que se vive, tanto en Italia como en su Argentina querida: “A mi familia se lo digo constantemente: no se tomen esto para la broma porque es gravísimo. Por favor. Si hay gente boludeando en la calle es porque no entendió la real dimensión de lo que es esto”.
“Insisto: acá se subestimó y ahora no saben cómo pararlo. Hoy por hoy los números acá en Italia, lamentablemente, dan mucho miedo. Entonces no nos queda otra más que dar una mano desde nuestro lugar: nos tenemos que quedar todos en casa como piden las autoridades y tomar todas las medidas de precaución posibles”.
“No es un virus más, ni una gripe como algunos dicen”, remarcó Spolli, quien finalizó dejándole un claro mensaje a todos los rosarinos –y argentinos-: “Quédense en casa. Esto no es joda. En momentos así tenemos que tirar todos para el mismo lado. Así que hay que hacer caso a todas las medidas para ayudar en lo posible a que esto no se vaya de las manos”.
