El río Paraná continuaba este sábado con su tendencia de bajante y con alturas por debajo del nivel del mar, por lo que la malla protectora del Túnel Subfluvial Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis, que une las ciudades de Santa Fe y Paraná, quedaron expuestas en la superficie del agua. Las autoridades monitorean la estructura de la conexión para controlar la seguridad en el corredor subterráneo y subfluvial, inaugurado en 1969.
“Queremos transmitirle seguridad a los usuarios: donde se hace visible la manta, ya hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto”, informó este sábado el Ente del túnel.
Respecto de la bajante superlativa del río #Paraná y el consecuente descubriendo de la manta que protege el viaducto, los equipos técnicos del Ente realizan constantes mediciones batimétricas donde no se han observado cotas comprometedoras dentro del área de monitoreo, pic.twitter.com/aIEMQ9I3Nj
— Túnel Subfluvial (@tunelsubfluvial) June 25, 2021
Sólo se registra una situación peor que la actual, en 1944, cuando el Túnel no era siquiera una utopía. El Ente que gestiona el corredor explicó que los “equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas” y que hasta ahora “no se observaron cotas comprometedoras ni anomalías en la distribución del flujo”. Agregó que las cubiertas protectoras muestran “un comportamiento adecuado, dentro de un escenario de aguas bajas”.
Se trata de las tres capas de resina poliéster reforzadas con lana de vidrio diseñadas para impermeabilizar la estructura de tubos de cemento, canto rodado y hierro.
La situación amenaza prolongarse y agravarse: el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que el 6 de julio el Paraná tenga una altura próxima a los -28 centímetros en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo del cero.
“La tendencia descendente continuará en las semanas subsiguientes”, confirmó el INA. Añadió que no es esperable “una mejora sensible en los próximos meses”. Julio será un mes “especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”, completó el instituto en sintonía con otras agencias y especialistas.
El organismo con sede en la ciudad de Santa Fe especificó que el caudal que ingresa al tramo argentino del río Paraná es “un 40% el valor promedio de junio de los últimos 25 años”. Lo mismo ocurre en el delta del Paraná, donde el caudal registra “fuertes descensos que acentúan la condición de aguas bajas”. Y esto, al menos, continuará “hasta el 31 de agosto”, estimó el INA.