“Estoy de acuerdo con que eliminen los VIP en los boliches… ¡y que vuelvan los reservados!”, twiteó con humor pero sentando posición el diputado provincial y secretario general del Partido Justicialista Departamental Rosario, Eduardo Toniolli, al referirse a la iniciativa del concejal Diego Giuliano que propone eliminar los denominados sectores VIP (del inglés Very Important Person) de bares y confiterías bailables por considerarlos discriminatorios. Y la polémica parece que recién empieza. Quienes no se mostraron de acuerdo con este proyecto fueron los integrantes de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar) al referirse que sólo se trata de una cuestión comercial y de seguridad para determinados eventos. También dijeron que les resultaba “fuerte” la palabra discriminación para estos casos.
“Es totalmente ilógico y agresivo que coexistan, en un mismo sitio, zonas para un tipo de personas y zonas para otras cuando el Estado de derecho debe el libre ejercicio de permanencia y locación”, se puede leer en un tramo del proyecto de ordenanza.
A la hora de explicar la iniciativa, Giuliano indicó que se está trabajando con distintos actores involucrados “para hacer una propuesta que apunte a terminar con estos sectores exclusivos tanto en los bares como en las discos”. “La intención es que no tengamos más este tipo de lugares”, destacó.
“Rechazamos que haya un área especial, distinta del resto porque ¿qué quiere decir VIP? Es persona muy importante y no hay ningún criterio que pueda utilizarse para discriminar a personas con respecto a otras en estos locales. La cuestión es tener un principio de igualdad por que los VIP son áreas apartadas que para nuestro criterio no tienen ninguna razón de ser”, agregó.
“Para plantear esto nos basamos en un principio de igualdad y es que estos espacios no se usan con ningún criterio y fomentan la discriminación. Plantear la defensa de los derechos de las personas no es un tema menor y no implica dejar de lado otras problemáticas de las cuales nos ocupamos diariamente. Hay una diferencia entre pagar por un espacio y ocupar un espacio por un privilegio gratuito. Los derechos deben ser los mismos para todos”, insistió.
Más adelante, el concejal peronista remarcó que “conservar los denominados VIP es arbitrario porque es una práctica que fue propia del siglo XIX para distinguir a la nobleza europea que concurría a locales públicos y que se actualiza ahora, en pleno siglo XXI, en pleno ejercicio de la democracia y bajo los principios de idéntica dignidad e igualdad ante la ley. Naturalizar las injusticias no creo que sea una buena opción”.
Palabra fuerte
Frente a esto, el presidente de la Aehgar, Carlos Mellano, sostuvo que en estos casos “la palabra discriminación es media fuerte”. “Es un término que golpea mucho en la sociedad. Me da la impresión de que el espíritu de un lugar determinado dentro de la unidad de negocios se crea para generar una determinada impronta. Se hace para una explotación comercial puntual o para brindarle más confort a las personas. También se usan cuando a algún lugar llega alguna personalidad importante. Me da la impresión de que cuando se habla de principio de discriminación es una palabra que suena un poco fuerte, me parece que el espíritu no es ese”, argumentó.
“Un VIP es una decisión que se toma en determinados negocios y que se hace por cuidados internos. En muchas oportunidades llegan personalidades y se necesita una especie de área más segura. Además por razones de desenvolvimiento comercial. Me parece que por varias razones estos sectores son necesarios”, concluyó.