La actividad industrial se contrajo -26,1% interanual en mayo y tuvo un rebote de 6,3% mensual en la medición desestacionalizada, luego de la abrupta caída de abril. Con estos datos, en los primeros cincos meses de 2020 se acumuló una baja de -15,1% respecto a igual período de 2019, según datos de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Por tercer mes consecutivo, en mayo la actividad industrial se vio fuertemente afectada por la crisis desatada a raíz del coronavirus. Las limitaciones operativas, así como la caída de la demanda interna y externa y las dificultades financieras se reflejaron en una nueva caída del nivel de actividad de la industria.
Pese a la suba registrada en mayo respecto de abril, la producción aún permanece un 21,5% debajo del nivel previo a la pandemia (febrero 2020) y 33,4% por debajo a mayo 2015, siendo el nivel de producción sin estacionalidad más bajo desde noviembre 2003. Con estos datos, en los primeros cincos meses de 2020 se acumuló una baja de -15,1% respecto a igual período de 2019.
Si bien en mayo hubo más sectores y regiones habilitados para operar, el 60% de las empresas seguía sin operar con normalidad. Esto se reflejó en que todos los sectores industriales, incluidos los considerados esenciales, tuvieron caídas interanuales en su producción durante mayo.
Los de mayor caída fueron el sector automotriz (-84,1%), la industria electrónica de consumo (-71%), minerales no metálicos (-51%), metales básicos (-51,1%), productos textiles (-33,9%), metalmecánica (-32,8%) y refinación de petróleo (-27,5%).
Aunque en menor medida, los rubros considerados esenciales durante la cuarentena obligatoria también se vieron afectados por el freno de la actividad, como sustancias y productos químicos (-10,9%, que incluye la caída de -3,3% interanual en ventas de medicamentos), papel y cartón (-8,9%) y alimentos y bebidas (-3,6%).
En tanto, el rebote mensual se explica por la comparación con el mes anterior, cuando la cuarentena estricta había afectado a una mayor cantidad de rubros. Así, se registraron leves subas (sin estacionalidad) en algunos sectores como la producción automotriz (no se había producido ninguna unidad durante abril), minerales no metálicos, industrias metálicas básicas y productos textiles.
De todas formas, la utilización de la capacidad instalada de la industria se ubica en niveles muy bajos y promedió 46,4% en mayo, de acuerdo al Indec, una caída interanual
de 15,6 puntos porcentuales. Se trata del valor más bajo para este mes desde el comienzo de la serie en el año 2002.
Las empresas siguen enfrentando una muy baja demanda tanto interna como externa. La caída de la demanda interna producto del aislamiento obligatorio fue un problema de alta importancia para el 40% de las industrias, mientras que las exportaciones industriales (MOI) volvieron a caer en mayo (-52,7% interanual) afectadas no solo por las mayores dificultades operativas del mercado local, sino también por la caída de la actividad en Brasil (se espera una contracción de -6,5% en 2020), la devaluación del Real y el exceso de producción de otros mercados.
Las caídas más pronunciadas en términos de volumen se registraron en los subrubros material de transporte terrestre (-81%), productos químicos y conexos (-44,8%), piedras y metales preciosos y monedas (-28,6%) y metales comunes y sus manufacturas (-46,4%), en gran medida asociadas a la caída de las ventas a Brasil, que se mantuvo también en junio (-39,5% de acuerdo a datos de Brasil).
Al mismo tiempo, persisten las dificultades financieras principalmente por la extensión de los plazos de pago de los clientes y los problemas con cheques rechazados: 33%.
Los primeros datos de actividad de junio, como los despachos de cemento Portland (-6,9% interanual), la industria electrónica de consumo (-6,7%), la producción automotriz (-34,5%) o la demanda eléctrica de grandes usuarios (-17,8%, según Cammesa), mostraron una suavización de la caída industrial. Esto se vincula especialmente con el mejor desempeño de la actividad en regiones del país que se encuentran en distanciamiento social, preventivo y obligatorio, donde se registró una recuperación de las ventas en el marco del Ahora12 (llegaron a niveles 20% superiores a los de la primera quincena de marzo) y donde también se recuperaron los despachos de cemento.
Sin embargo, las mayores restricciones para la circulación en el AMBA durante julio volvieron a afectar la producción y dificultan la recuperación de la actividad y las ventas. Aunque las industrias exportadoras, sus cadenas de proveedores y las industrias radicadas en parques y zonas industriales quedaron abiertas, gran parte del entramado pyme de sectores como juguetes, indumentaria, textil, calzado, entre otros se mantuvo cerrado, al igual que su comercialización. Por este motivo es esperable una nueva caída de la producción y el comercio en el mes de julio, compensado en parte por la normalización fuera del AMBA.