A poco más de cumplirse 15 meses de la tragedia de Salta 2141, un contingente de veinte personas, entre ellas familiares de las víctimas de la explosión y miembros de la comisión de la Universidad Nacional de Rosario que los acompañan y asesoran, viajaron ayer a Buenos Aires con los mismos reclamos que mantienen y por los que aún no encontraron respuestas en Rosario. Y tras una jornada intensa en la que alternaron esperanza y también desilusión, anoche se preparaban para emprender el regreso con, al menos, el compromiso de un puñado de diputados nacionales y del auditor general de la Nación de que seguirán siendo escuchados, y también informados de los pasos que se vayan dando hacia el pedido central, que es el esclarecimiento total y la sanción a los responsables de lo ocurrido en la mañana del 6 de agosto de 2013.
A casi tres semanas de la protesta en la delegación del Enargas en Rosario, los familiares se plantaron ayer en las puertas de la oficina central del Ente Regulador en pleno centro porteño. Allí se encadenaron y aunque llamaron la atención a los transeúntes –la mayoría había visto o escuchado sobre la explosión que dejó 22 víctimas fatales y decenas de heridos– sufrieron la primera decepción: nadie los atendió y ningún medio se hizo eco de la acción. “Los llamamos a todos y muchos dijeron que iban a venir. Pero, llamativamente, no apareció nadie”, lamentaba anoche Marcela Nissoria, quien perdió a su esposo, Hugo Montefusco, en la tragedia.
Cerca de las 17.30, los familiares levantaron la acción para trasladarse hasta el Congreso nacional, a una decena de cuadras. Allí también tuvieron sensaciones encontradas, ya que apenas unos pocos de los 19 diputados nacionales santafesinos los recibieron.
Empero, pudieron hablar con el socialista Juan Carlos Zabalza, el arista Pablo Javkin, el ex titular del PJ santafesino y hoy legislador del PRO Ricardo Spinozzi.
Y entre quienes los recibieron también se encontraba Laura Alonso, también diputada del PRO, pero de Capital Federal, y el socialista Rubén Giustiniani, senador nacional.
De la reunión con ellos participó, además, el auditor Leandro Despovy, pero ningún legislador vinculado al gobierno nacional.
Ante ellos expusieron algunas de las acciones que piden en su reclamo de justicia, como la destitución del delegado del Enargas en Rosario, Luis Moriondo, y la normalización del Ente. “Que haya un directorio, como manda la ley”, puntualizó Nissoria, que en cambio reclamó la intervención, pero para Litoral Gas.
Menos solos
Entre los compromisos que cosecharon quienes viajaron a Buenos Aires, está el de los diputados nacionales santafesinos en seguir el tema de las pensiones graciables para familiares de las víctimas, que está en trámite legislativo, como otros proyectos vinculados a la tragedia, que tienen media sanción.
También se llevaron el compromiso del auditor general de la Nación de que se aplicarán acciones administrativas efectivas a medida que la Justicia avance en la determinación de responsabilidades por la tragedia.
Y también construyeron un puente con familiares de Cromañón, el boliche donde el 30 de diciembre de 2004 murieron 194 personas: desde entonces, los familiares no dejaron despacho oficial sin golpear en una pelea que en poco más de un mes cumplirá una década y aún continúa.