Debido a las poco claras transferencias de Jonathan Bottinelli a River e Ignacio Piatti a San Lorenzo, la AFIP decidió investigar los pases de los jugadores, las raras triangulaciones con clubes de Chile y Uruguay, y la vinculación con paraísos fiscales para ocultar el pago de comisiones a particulares y eludir gran parte de la carga impositiva.
El primer caso que llamó la atención de la AFIP fue el de Bottinelli quien, luego de quedar libre de San Lorenzo, llegó a River proveniente del club chileno Unión San Felipe (donde jamás jugó) a cambio de u$s 1,7 millones. Además, el contrato prevé una transferencia de fondos a un banco ubicado en Miami.
«La operatoria brinda un marco poco transparente, dado que permitiría ocultar posibles pagos de comisiones a sujetos intervinientes en la misma (inversores / representantes), sumado al agravante de salida de divisas que estos contratos conllevan. A la fecha, la DJAS se encuentra observada hasta tanto se termine con la investigación», asegura la AFIP, quien además investiga la vinculación del club chileno con firmas constituidas en Islas Vírgenes.
Al haber quedado libre de San Lorenzo, el jugador tendría que haber llegado a River con el pase en su poder, cosa que no ocurrió. Además, el jugador no presentó su declaración jurada, razón por la cual se inició la fiscalización correspondiente.
El otro caso similar al de Bottinelli es el de Piatti, quien arriba a San Lorenzo proveniente del Sud América de la segunda división de Uruguay y no de Lecce de Italia, donde disputó las últimas dos temporadas.
El Sud América también estuvo en el medio cuando el volante llegó a préstamo a Independiente y cuando luego fue transferido al Lecce de Italia.
Locarno, un antecedente cercano
A finales de la pasada década, la mayoría de las transferencias que realizaban River y Racing pasaban por el FC Locarno de Suiza, un modesto club de la segunda división que con suerte lleva 1.000 hinchas por encuentro. Por allí. «pasaron» jugadores como Gonzalo Higuaín, Fernando Belluschi, Augusto Fernández o Claudio López, Nicolás Cabrera y Gustavo Cabral.
El Locarno era propiedad de un grupo inversor HAZ Sports Agency, quien tenía como cara visible en Argentina a Fernando Hidalgo y Gustavo Arribas, empresarios que trabajaban para Gustavo Mascardi. Sin embargo, el titular era el agente FIFA israelí Pini Zahavi, recordado por haber arreglado la polémica transferencia de Carlos Tevez y Javier Mascherano a West Ham.