El viernes 11 de junio las periodistas de Argentina marcamos en el calendario una fecha que en los próximos años será recordatorio de lucha y de ampliación de derechos. El Congreso de la Nación aprobó la ley de Equidad de Género en medios de comunicación públicos, privados y comunitarios, que busca romper con una desigualdad histórica: la que hace que en las redacciones, en la televisión y en las radios sean los varones los que ocupan el 70% de los puestos de trabajo, relegando a las mujeres a un magro 30%.
La sanción de la ley fue de madrugada, después de una extensa jornada en la que el lobby de los medios de comunicación hegemónicos —que buscaban instalar que esta normativa va en contra de la libertad de expresión— no alcanzó para llevarse puesto un reclamo que hace años hicimos pancarta: ¡Faltamos en los medios! Y podemos estar orgulloses, esta normativa es la primera del mundo en su tipo.
Desde La Cazadora celebramos que el Estado haga lugar a los intereses de la sociedad que pretende representar. Porque las mujeres en los medios de comunicación somos minoría, porque les trans raramente pueden acceder a un puesto de trabajo.
La esencia de la ley “de equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación de la República Argentina” no regula pauta ni contenidos, sino que apunta a generar mejores condiciones para el ejercicio del periodismo y más pluralidad en los medios de comunicación. Lo que hace es “premiar” a los medios privados que demuestren avances en la equidad de género, en la paridad. En el caso de los medios públicos, la equidad sí será obligatoria en todos los estratos de la planta del personal. Además, se establece un cupo del 1% de personas transgénero, transexuales, travestis e intersex.
Les trans, además, tienen más cosas que festejar: el mismo día que se sancionaba la ley de Equidad en medios, Diputados daba media sanción a la tan postergada y reclamada ley de Cupo Laboral Travesti-Trans. Ahora le toca al Senado estar a la altura.
¡Por más y mejores leyes que amplíen nuestros derechos! ¡Salud!
