Norma Arévalo y Ramona Castillo, ambas de 67 años, quienes son pareja desde hace 30 años, se casaron ayer en un Registro Civil porteño y se convirtieron en las primeras lesbianas argentinas en contraer matrimonio, tras dos bodas ya celebradas entre hombres. Las mujeres, que además son militantes por el derecho a la diversidad sexual, pudieron hacerlo después de presentar recursos ante la Justicia para que se reconozca su unión.
Las mujeres cumplieron un sueño añorado: “No quería desaparecer de esta vida sin que se reconozca este amor que lleva más de 30 años”, dijo Norma emocionada, y preguntó: “¿Por qué hay quienes tienen que pasar toda una vida tapando lo que más quieren que es su amor?”.
La pareja dio una conferencia de prensa en la sede de la Asociación de Abogados de Buenos Aires de la que participaron, entre otros, el titular del Instituto contra la discriminación, la Xenofobia y el racismo (Inadi), Claudio Morgado, y las diputadas Vilma Ibarra y María José Lubertino.
Las mujeres aludieron a los obstáculos “de toda clase” que deben superar las parejas del mismo sexo. Norma recordó que “hubo muchos que se murieron sin poder decir a cielo abierto: «Te amo»”. En ese sentido, insistió en la necesidad de que “se modifique el Código Civil y se acepte a nivel nacional el derecho a casarse de dos personas del mismo sexo”.
“Lo fundamental, ahora, es contar con una ley que reconozca la igualdad de derechos y el matrimonio homosexual”, coincidió Ramona, quien acotó que durante la última dictadura militar la pareja debió exiliarse, pero volvió a la Argentina a “saldar cuentas pendientes”.
Para lograr que le concedieran la autorización de matrimonio en un registro civil porteño, presentaron un amparo en el marco de la campaña “Los mismos derechos con los mismos nombres” de la Federación Argentina de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Trans (FLGBT).
Las mujeres son activistas de 100% Diversidad y Derechos, y Norma es la presidenta del Centro de Jubilados Puerta Abierta a la Diversidad, dos organizaciones que integran la FLGBT.
“Norma y Cachita (Ramona) son un ejemplo de lucha para las nuevas generaciones. Estuvieron en el exilio durante la dictadura militar y hoy pueden casarse en el país”, dijo Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, quien espera junto a Carlos Álvarez –luego del fallo que permite su casamiento– la decisión de la fiscal de Cámara, Daniela Ugolini.
Por su parte, María Rachid, presidenta de la FLGBT, indicó que “este matrimonio tiene que servir como antecedente pero lo que tiene que haber es una ley de matrimonio homosexual”.
En igual sentido, Esteban Paulón, secretario General de la FLGBT, destacó: “Este fallo es un nuevo respaldo a nuestro reclamo de justicia e igualdad ante la ley”.
“Le toca a los diputados y diputadas de la Nación firmar el dictamen y votar los proyectos de ley que ponen fin a tantos años de injusticia, desigualdad, discriminación y violencia hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans”, puntualizó.
En tanto, el próximo jueves a las 10, se reunirán las Comisiones de Legislación General y Familia para firmar un eventual dictamen sobre el proyecto de matrimonio gay y enviarlo al recinto del Congreso, para su posterior tratamiento.
El casamiento de las mujeres es el tercero celebrado entre personas del mismo sexo en el país. El 28 de diciembre pasado, Axel Freyre y José María Di Bello se casaron en Ushuaia en la primera boda gay de América latina, mientras que el 3 de marzo se celebró en Capital Federal el segundo casamiento homosexual de la Argentina.