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¿Por qué el 28 de junio es el Día del Orgullo? Mirá las mejores fotos de la revuelta de Stonewall en 1969

Hace 55 años, lesbianas, gays, travestis y drags queens de Nueva York dieron el primer paso para el movimiento de liberación que se propagaría por todo el planeta. En Argentina las marchas se empezaron a hacer en 1992

Las razzias policiales eran muy frecuentes en Nueva York a fines de los sesenta y la población gay era uno de sus blancos. Estados Unidos —y la mayoría de los países— tenía fuertes restricciones para la libertad de las personas gays, lesbianas, travestis y drag queens. Pero esa opresión se daba en una década donde empezaron a emerger grandes movimientos de liberación: el hippismo (contra la guerra), black power (contra la opresión hacia la población afroamericana), feminismo (contra la discrminación y exclusión de mujeres de la vida pública), ambientalismo (contra la explotación de los recursos naturales de forma indiscriminada).

La madrugada del 28 de junio, un comando policial cayó al bar Stonewall Inn de la calle Christopher Street en el barrio Greenwich Village, en la parte oeste de Manhattan en Nueva York. Una zona con prolífica vida cultural, reino de la bohemia y lleno de bares de música jazz, edificios universitarios y gran población LGBT.

Stonewall Inn no era un bar pintoresco, era un antro oscuro de ventanas tapadas para que no se viera nada desde la calle. En ese bar un amplio sector de la población neoyorquina podía expresarse libremente: hombres besaban otros hombres y mujeres besaban otras mujeres, bailaban al ritmo de la rockola y las travestis podían andar vestidas como les diera la gana.

Eran tiempos de enormes restricciones para la vida de estas personas: la homosexualidad estaba prohibida en todo el país, salvo el estado de Illinois; las detenciones eran muy habituales y además del castigo de pasar la noche encerrados en una celda, estas personas corrían el riesgo de perder su trabajo y ser rechazados por su familia.

Nueva York a pesar de haber sido elegida por miles de gays y lesbianas, tenía leyes muy punitivas contra ellos. Miles de personas eran arrestadas cada año en esa ciudad por «crímenes contra la naturaleza», prostitución o comportamiento lascivo. Stonewall era un lugar que a pesar de las razzias programadas, ofrecía bastante discreción. Pero la noche del 28 de junio cambió para siempre la vida de esta población.

Cuando la Policía llegó prendieron las luces de la discoteca e intentaron sacar a todos a la calle. Empezaron sus hostigamientos y detenciones arbitrarias de siempre pero esa madrugada, por primera vez, hubo resistencia. Y se extendió por varias jo

rnadas piedrazos y barricadas se sucedieron día tras día, detenciones por medio, mientras el boca a boca se expandía por la gran metrópoli y cientos de personas participaron de lo que fue una verdadera revuelta. La primera noche unas 500 personas fueron protagonistas de los disturbios y los días que siguieron llegó a haber al menos dos mil personas.

FILE — The Stonewall Inn in New York, July 2, 1969. An attempt to preserve the home of a beloved independent bookstore points to a new way to think about saving the city’s cultural heritage. (Larry Morris/The New York Times)

Muchos de los relatos sobre esa noche coinciden en esto: fueron dos travestis y una lesbiana las primeras en arremeter contra la policía. La lesbiana a quien se atribuye este primer golpe de furia contra la violencia institucional fue Stormé DeLarverie: negra, hija de madre negra y padre blanco. Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson fueron dos de las mujeres trans que lideraron esta resistencia, aunque durante décadas fueron invisibilizadas en las narraciones post Stonewall.

 

Monedas, botellas y latas de cerveza fueron algunos de los tantos objetos que tiraron contra los agentes que intentaron llevarse detenidos a todos los asistentes. Los activistas cantaban y gritaban frases como “gay power” (“poder gay»), «queremos libertad ahora» y «Christopher Street pertenece a las reinas».

Al menos 21 personas fueron arrestadas, la mayoría de ellas la primera noche, y muchos policías y manifestantes resultaron heridos

Semanas después, el grupo Mattachine-New York lideró una marcha del «poder gay» desde Washington Square Park a Stonewall que atrajo a cientos de personas. 

Al año siguiente, el 28 de junio de 1970, en el primer aniversario de esa revuelta se hizo una marcha, pero aún no llevaría el nombre de Orgullo (pride en inglés). Se llamó el Día de la Liberación en Christopher Street. El objetivo era empezar a reclamar públicamente igualdad de derechos civiles que el resto de la población. Empezó en Greenwich Village y recorrió 51 cuadras por la Sexta Avenida hasta Central Park. Algunos medios llegaron a estimar una participación de 15 mil personas.

El Frente de Liberación Gay (GLF por sus siglas en inglés) se formó apenas semanas después de Stonewall. El nombre era un guiño al Frente de Liberación Nacional que luchaba contra Estados Unidos en Vietnam. Hizo alianzas con algunos de los principales grupos insurgentes de la época, como los Black Panthers por los derechos de la población afroamericana.

Además de organizar esa primera marcha en 1970, sus miembros crearon un periódico llamado Come Out! Una ola de nuevos grupos en defensa de sus derechos surgieron aquellos días, como la Alianza de Activistas Gays (GAA, por sus siglas en inglés) y el grupo radical de lesbianas Lavender Menace (Amenaza Lavanda).

Tiempo más tarde el autor y activista gay estadounidense Edmund White escribió: “Después de Stonewall, los homosexuales se volvieron mucho más visibles no sólo para el mundo exterior, sino para ellos mismos. En Stonewall se formó una comunidad y una ideología. Antes no había orgullo; sólo miedo gay, soledad gay y desconfianza gay y odio a uno mismo gay”. 

En la década siguiente, se eliminaron en Estados Unidos las prohibiciones federales que afectaban a gays y lesbianas. Profesionales de la medicina empezó a revertir su creencia de que las personas homosexuales necesitaban tratamiento psiquiátrico.

En 1977, Harvey Milk se convirtió en uno de los primeros cargos públicos electos abiertamente homosexuales en Estados Unidos. Dos años más tarde, unas 100.000 personas participaron en una marcha nacional en Washington. En 1978, encargó al artista y diseñador Gilbert Baker que hiciera una bandera para las próximas celebraciones del Orgullo en la ciudad.

Harvey Milk en una marcha del Orgullo

En un informe la CNN publicó que el artista y activista “hizo un guiño a las franjas de la bandera estadounidense, pero se inspiró en el arcoíris para reflejar los muchos grupos dentro de la comunidad gay. Un subconjunto de banderas representa otras sexualidades en el espectro, como bisexual, pansexual y asexual”. De ahí nació la famosa bandera con los colores del arcoiris que representa a la comunidad LGBTQ+ (lesbianas, gays, travestis, trans, queers).

En 1972 Londres hizo su primera marcha de este tipo y las grandes capitales del mundo se fueron sumando a estas movilizaciones.

Foto: Diana Davis / The Public Library

En 1984, en el marco de la vuelta a la democracia en Argentina, los activistas Carlos Jáuregui y César Cigiutti formaron la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) con el objetivo de luchar contra la represión y los edictos policiales heredados de la dictadura militar. Ellos fueron los impulsores de la primera marcha junto a las organizaciones Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina (SIGLA), Transexuales por el derecho a la vida (TRANSDEVI), Grupo de Investigación en Sexualidad de Investigación Social (ISIS), Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) y Convocatoria Lesbiana.

“En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”, es una de las síntesis políticas más conocidas de Jáuregui.

La primera Marcha del Orgullo que se realizó en el país fue en Buenos Aires, el 2 de julio de 1992. Alrededor de 300 personas fueron parte de la movilización. Muchos de los y las participantes llevaban máscaras de cartón para evitar ser reconocidos.

“Libertad, Igualdad, Diversidad” fue la consigna de esa primera marcha que fue desde Plaza de Mayo hasta el Congreso. Desde entonces, se realiza ininterrumpidamente y se convirtió en el acto público más importante la comunidad lésbica, gay, bisexual, travesti, transexual, transgénero, intersex y queer, que apunta a visibilizar los reclamos, las conquistas y el orgullo por la elección de cada orientación sexual, identidad y expresión de género.

En 1997, Argentina consensuó correr la realización de la marcha para noviembre. Más allá de que también se argumenta que es por las frías temperaturas de junio, el cambio de fecha conmemora la fundación, un 1° de noviembre de 1967, del colectivo Nuestro Mundo, la primera organización disidente de nuestro país y de América Latina.

La primera Marcha del Orgullo en Rosario se realizó en 1996 bajo el lema “A orillas del Paraná nace otra bandera”. Desde 2008 se lleva a cabo de manera ininterrumpida, excepto por los años de pandemia. 

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