Desde hace 10 años se celebra en forma no oficial el Día Nacional del Boludo y muchos se preguntan cómo surgió la iniciativa y cuál es su objetivo. En 2009 la iniciativa nació de una agencia digital para destacar los buenos valores de las personas que quieren hacer las cosas bien sin sacar ventajas.
En la página web www.eldiadelboludo.com dan cuenta que «en primer lugar buscamos homenajear a todos nosotros los boludos, que por buscar hacer las cosas bien justamente nos salen mal. Por ser honestos, seguir las normas o buscar el bien común terminamos siendo objeto de burla y desprecio por parte de compatriotas mucho más vivos y elocuentes».
Además aseguran que buscan instalar este gran día como feriado nacional, y para eso, «necesitamos tu ayuda, participá, dejanos tu firma virtual en apoyo a esta noble causa, y nosotros nos encargaremos como buenos boludos de elevarla al Congreso de la Nación».
En esa misma página sostiene que en 1806 ante las invasiones inglesas, las autoridades del Virreinato del Río de la Plata, con el ímpetu de hacer bien las cosas y generar diálogo, terminaron entregando Buenos Aires a los británicos. Las tropas británicas desfilaron por la actual Plaza de Mayo y enarbolaron la bandera del Reino Unido, que permanecería allí por 46 días. El virrey Sobremonte, nuestro primer boludo patrio importado directamente de España, abandonó la capital y se retiró a Córdoba.
En la página se pueden encontrar algunos testimonios y experiencias, por ejemplo una mujer cuenta: «Soy una boluda porque presto ropa y nunca me la devuelven», «Soy un boludo porque siempre ayudo a otros a mudarse y nunca me ayudan a mí».
La palabra «boludo» y «pelotudo» proviene de la época de la guerra de independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra las tropas españolas. Según indican distintos sitios dedicados a la historia, en la primera fila solían tener lugar un grupo de criollos con mucha habilidad para manejar grandes piedras atadas con tiento y boleadoras. A falta de armas de gran porte, utilizaban esas «pelotas» para atacar los caballos de los realistas y que al desestabilizarse cayeran al piso y luego ser atacados por las otras filas.
En la página, donde hay espacio para los testimonios, los usuarios suelen elegir los que más les gustan. Las siguientes son las historias más votadas: «Soy un boludo porque siempre ando pensando en los demás y yo quedo al último. Pero cuando necesito algo todos se hacen bien los boludos».
Otro sostiene: «Soy boludo porque respeto las velocidades maximas, los semaforos, tengo la VTV al día y voy con miedo de que me paren en un operativo aun teniendo toda la documentacion en regla».
Y el tercero más votado dice: «Soy una boluda porque mandé al frente a todos por camuflar de ‘cleptómana’ a una compañera que no tenía ninguna necesidad sino una gran vocación de CHORRA y psicópata socialmente integrada, la que descubrí y se me cagó de risa en la cara.. Desenlace: yo no me recibí, terminé con los nervios quemados y ella hasta el día de hoy se hace la inocente cuando le descubrieron las amigas todo lo que les faltaba en su cuarto… mi viejo gastó un dineral para que yo estudie en una Universidad de Mierda, perdí la posibilidad de rodearme de gente valiosa porque me quería recibir pero estudiar ahí me daba asco… sin duda soy una gran boluda argentina».