«La mayoría de brotes están controlados», subrayó Illa al intervenir en una sesión de control a los miembros del Gobierno español en el Congreso de los Diputados.
El máximo responsable de la gestión de la pandemia en España explicó que los 224 brotes de coronavirus activos llevan asociados 2.622 casos de contagiados, y que la mayoría están relacionados con actividades laborales de recogida de fruta y a «espacios donde se están relajando las medidas para contener el virus» como, por ejemplo, los entornos familiares o durante el ocio nocturno.
Illa, no obstante, señaló que las autoridades sanitarias de las distintas regiones de España «tienen instrumentos para controlar la situación» y «lo están haciendo».
En ese sentido, los responsables de Cataluña estudian algún tipo de medida para evitar que grandes grupos de jóvenes se reúnan en la calle y en plazas durante la noche a beber, lo que se conoce como «botellón», una práctica que se está generalizando ante la imposibilidad de entrar en bares por el límite de capacidad.
El nuevo secretario de Salud Pública catalán, José Maria Argimon, dijo hoy en Catalunya Radio que «la sociabilización debe ser diferente» y que el objetivo sería «disminuir el número de personas que participan en esos encuentros».
Una posibilidad sería seguir lo pasos del País Vasco, donde las autoridades decretaron que bares y otros locales nocturnos cierren antes de la medianoche, después de haber registrado varios rebrotes relacionados con fiestas y reuniones de jóvenes.
Por su parte, el Gobierno municipal de Barcelona también decidió en las últimas horas reducir en un 15% la ocupación de las playas luego de que se registraran algunas aglomeraciones durante el fin de semana.
Los datos de Cataluña muestran un descenso de infectados aunque las cifras siguen siendo altas.
El departamento de Salud informó hoy de 590 nuevos contagios frente a los 755 de ayer.
«Estamos en una situación de calma tensa. Los números y velocidad de contagios no han ido en alza», dijo el jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona, el epidemiólogo Antoni Trilla.
Por su parte, la responsable de Salud del Gobierno catalán, Alba Vergés, reiteró que la gestión de los rebrotes está siendo «compleja», y pidió a los ciudadanos que cumplan con la recomendación de «autoconfinamiento» que hizo el Gobierno para casi 3 millones de habitantes de Barcelona y su área metropolitana.
Ante el aumento acelerado de casos de Covid-19 en Cataluña, el primer ministro francés, Jean Castex, sostuvo tres días atrás que no descartaba volver a cerrar la frontera gala con la norteña región, una decisión que los alcaldes de las zonas fronterizas que viven del turismo galo consideran «drástica» y un «golpe duro» para la economía.
No obstante, la ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto, sostuvo hoy que espera que «no sea necesario» cerrar la frontera con Francia ya que los datos de contagios llevan «tres días mejorando».
España es actualmente el décimo país del mundo con más contagios registrados, con 266.194, y la pandemia causó 28.424 muertes, muchas de ellas de adultos mayores en establecimientos geriátricos.
El país ibérico alcanzó el pico de contagios el 20 de marzo (10.833), seis días después de la declaración del estado de alarma que mantuvo a la población bajo un estricto confinamiento hasta el 21 de junio, cuando los casos de Covid-19 habían descendido hasta 222 por día.
A un mes de finalizar el confinamiento, los contagios se multiplicaron casi por cuatro, aunque la gran mayoría son casos asintomáticos o leves.