Dicen que de los errores se aprende, pero el que realizaron con la salud de Liam marcó su vida y la de su familia para siempre. Liam Landeros tiene cinco años y padece de parálisis cerebral con espasticidad severa en sus cuatro miembros. Es decir, no se mueve, tiene sus extremidades tan duras que no le permiten siquiera agarrar un juguete, se expresa poco y nada, tampoco habla. Su familia inició una campaña intensa para recolectar fondos, necesita viajar a China para tener un trasplante de células madres y mejorar su calidad de vida. Para ello necesitan unos 90 mil dólares, que aún no tienen, por lo cual perdieron la primera fecha de tratamiento. Van por una segunda, a inicios de 2013, que modificará los precios estipulados (del tratamiento y los pasajes aéreos).
Hoy habrá un nuevo evento a beneficio, en el Club la Gloria, de Juan José Paso al 2600 (ver aparte).
“Los médicos locales (y nacionales) desestiman el tratamiento, dicen que «en China experimentan» y que en la Argentina no está reglamentado, por ende no apoyan la alternativa. Desde mi lugar de madre no me importan las aprobaciones de este tipo, haré todo lo que pueda para ayudar a mejorar la calidad de vida de mi hijo”, expresó Tamara Landeros en diálogo con este medio.
Historia complicada
Liam cumplirá 5 años el 20 de octubre. Cuando tenía un año y nueve meses necesitó un drenaje para quitar el agua de sus pulmones. El estudio fue mal hecho en el hospital Baigorria –dice su familia– y horas más tarde lo derivaron al hospital Provincial de Rosario. El cuerpo de Liam estaba hinchado, “irreconocible”, y necesitaba una cirugía de urgencia. En el Provincial recibió la atención médica debida, pero en medio de la cirugía sufrió un paro cardiorrespiratorio que le dejó por secuela su parálisis y los cuadros de epilepsia.
Hoy, toma entre 6 y 7 pastillas cada 8 horas, las cuales sólo le bajan la frecuencia de las convulsiones (tiene cuadros de epilepsia) y combate la espasticidad, pero en un grado mínimo. “Liam tiene todas sus extremidades muy duras, los piecitos los tiene muy cerrados, al igual que las manos, y con estas pastillas se busca que se aflojen un poco esos músculos, pero al estirarlos apenas manualmente, él siente mucho dolor. Además, su mala postura le provocó escoliosis y de a poco está formándose una joroba en su espalda. Con el tiempo la situación muscular irá empeorando, y aún no tiene cinco añitos, tenemos que viajar a China cuanto antes”, reclamó la madre.
“Llora y tiene visión, pero no sabemos cómo ve y qué ve”, agrega Tamara. Mientras tanto, Liam comparte alguna que otra sonrisa con su hermana de 12 años, a quien (hasta el año y 9 meses, cuando comenzó la pesadilla), la seguía a todos lados y de quien recibía el cariño más cómplice.
La esperanza
Consultada sobre las expectativas en el viaje que realizarán a China para el tratamiento con células madres, Tamara Landeros dijo estar esperanzada en lograr una reducción considerable de la espasticidad: “Sueño con que a la vuelta se pueda reir, que pueda agarrar un juguete, él no puede jugar como cualquier chico, pero sé que luego de este tratamiento su calidad de vida va a mejorar”.
Postergación y temor
Cabe señalar que la primera cita en China estaba agendada para el 2 de noviembre, pero dado que el tratamiento debe abonarse un mes antes, y al no contar la familia con el abultado monto necesario, la fecha fue suspendida. “Ahora tenemos que pedir una nueva fecha, pero deberá ser recién para comienzos del año que viene porque no podemos pasar el invierno allá, suele haber 20 grados bajo cero y Liam no lo soportaría. De todas maneras, mi gran temor es sobre el precio de las células y de los pasajes, porque tenemos los actuales, pero en 2013 no sabemos cuánto pueden aumentar”, lamentó.
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