Un golpe de una puerta corrediza le hizo ganar a un turista estadounidense la increíble cifra de 21 millones de dólares, luego de que venciera a una empresa de cruceros en una complicada batalla legal.
El desencadenante de este millonario desenlace sucedió en noviembre del 2011, cuando James Hausman, de 61 años, disfrutaba de un viaje alrededor del mundo junto a su esposa y su hija en el buque M/S Amsterdam.
Un día, cuando el barco se acercaba a Hawai, el hombre decidió ir a disfrutar de la pileta, pero al dirigirse hacia allí, una puerta corrediza se cerró y lo golpeó duramente en su cabeza.
A pesar de que las imágenes del video muestran que Hausman no sufrió secuelas importantes, al consultar al médico del crucero, fue diagnosticado con una conmoción cerebral, además de haber sufrido la rotura de un diente.
Según el abogado de la víctima, las pruebas realizadas al regresar en un hospital, determinaron que sufrió una lesión cerebral menor y ello le ocasionó convulsiones, pérdida de memoria y vértigo.
A pesar de que las imágenes son claras, la empresa «Holland America» culpó a Hausman por lo ocurrido y aseguró que se trató de una situación anómala. Sin embargo, durante el juicio se mostraron pruebas y testimonios sobre otros 34 incidentes con puertas corredizas en la flota de esa compañía durante los últimos tres años, incluyendo los de dos pasajeros que se rompieron la cadera y otro con herida en la espalda.
Según el Daily Mail, por todo lo ocurrido, la compañía fue condenada a pagar al demandante 16,5 millones de dólares en daños punitivos por el incidente, además de otros 5 millones de dólares por estrés, dolores pasados y futuros.