Con sólo un simple click en el mouse de una computadora conectada a internet hoy se puede acceder, de manera instantánea y sin trabas, a miles de sitios que reproducen escenas de sexo explícito en la web. Es un facilismo con el que no se contaba una década y media o dos atrás, cuando el acceso a ese tipo de material, aunque se había facilitado con el salto del cine condicionado al videoclub y a los canales de cable codificados, requería todavía de una serie de filtros a atravesar. Hoy prácticamente nada interrumpe el libre acceso, pero ¿de qué manera el acceso irrestricto a este tipo de videos puede afectar la vida de una persona? ¿Cómo influye en niños y adolescentes? Para la psicóloga Mirta Granero, especializada en sexualidad humana, la pornografía es la “peor escuela de educación sexual” y, para peor, en casos extremos su consumo puede convertirse en una adicción y hasta provocar disfunciones sexuales a largo plazo.
Imágenes de mujeres que tienen orgasmos todo el tiempo o que son penetradas de una manera “brutal”, como también penes agigantados por tratamientos quirúrgicos y permanentemente erguidos por la acción de drogas pueden desvirtuar –según indicó la especialista– el concepto del acto íntimo “y así provocar frustraciones en la vida sexual de las personas”.
“Después un pene nos parece pequeño o una mujer frígida, por eso un joven o un chico que ve pornografía debería tener un adulto al lado que le vaya diciendo las cosas que son mentira o lo que no les va a ocurrir cuando tengan relaciones. Pero eso en la práctica no pasa”, explicó Granero.
Aprendiendo porno
Las consecuencias del consumo abusivo del sexo explícito en la web en hombres, niños y, en menor medida en mujeres, deben abordarse teniendo en cuenta tres aspectos, según la especialista. “Primero hay que saber qué es la pornografía”, después, de qué manera “afecta” en la conducta y, por último, hacer eje en “el aprendizaje del sexo”. Estos puntos, analizados en conjunto, ayudan a entender el proceso en que esta práctica puede volverse una adicción.
“La pornografía es la canalización del sexo, todo aquello prohibido que se piensa que no puede hacerse, cosas que están hechas de manera exagerada y que son irreales”, reiteró Granero. Y destacó que un niño “no está preparado” en ningún caso para entender la pornografía, y por eso el acceso, sin reparos, puede resultarle peligroso. “Cuando éramos chicos las buenas y malas palabras las buscábamos en el diccionario. Hoy, los chicos las buscan en internet”, reflexionó la psicóloga.
En cuanto al proceso por el cual el consumo de pornografía se convierte en adicción, Granero explicó que las conductas se aprenden por reforzadores o premios. “Así es que cuando nos festejan o felicitan aprendemos a hablar, a decir «Papá» y no «Chin chan», a ir al baño solos o a lavarnos los dientes”, dijo. “Y de este modo el «premio» que reciben los niños, hombres o adolescentes de la pornografía es el orgasmo, provocado por la excitación y posterior masturbación”.
Ante la duda, consulte
La psicóloga advirtió que otras de las consecuencias a largo plazo pueden ser algunas disfunciones sexuales como la eyaculación precoz, que no tratada a tiempo puede provocar impotencia sexual.
Granero recibe permanentemente consultas de personas afectadas por esta problemática: desde estudiantes universitarios hasta hombres casados que hablan de “matrimonio rutinario”, como también de padres preocupados por el tiempo que pasan sus hijos frente a la computadora. Sin embargo, aseguró, el tratamiento para combatir fijaciones y adicciones “se puede hacer”, aunque obtener resultados positivos “requiere de mucha voluntad”.
“Hay ejercicios que ayudan, pero estas situaciones llevan a un estado de ansiedad tan grande que a veces necesitan tratamientos farmacológicos”, concluyó.
Encuentro de sexología
Especialistas y académicos de distintos países de Latinoamérica debatirán y expondrán, durante un encuentro internacional sobre Sexología que se realizará el 14 y 15 de junio próximos en el Centro Cultural Fontanarrosa, de San Martín 1080. Podrán participar estudiantes avanzados de las carreras del área Salud, docentes, profesionales y público en general.
Bajo el lema “Sexualidad hoy, hablemos sin mitos ni tabúes”, se desarrollará el II Congreso Argentino de Sexología y Educación Sexual de la Federación Sexológica Argentina (Fesea), junto a las IV Jornadas Nacionales de Sexología y Educación Sexual (Aress).
Algunos de los temas que se abordarán son embarazo, disfunciones sexuales, violencia de género, homoparentalidad, abuso, sexo virtual y métodos anticonceptivos. Además, el historiador y director del Centro Cultural Fontanarrosa, Rafael Ielpi, dará una charla sobre “Pichincha y la trata”.
Ya son 11 los países inscriptos para participar del encuentro que, según indicaron los organizadores, prevé la asistencia de más de 700 participantes. En cinco salas simultáneas se llevarán a cabo 12 conferencias magistrales, 17 talleres vivenciales, ponencias hechas por expertos, charlas gratuitas a la comunidad e intervenciones lúdico-educativas, entre otras actividades.
La información detallada de las actividades se encuentra en en el sitio www.aress.com.ar o se puede conseguir en el Instituto Kinsey, ubicado en Rioja 3012, de lunes a viernes de 16 a 20.