Ante una nueva conmemoración del 2 de septiembre, Día de la Industria Nacional, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios se pronunció por la profundización de un camino que pase por la producción y el trabajo nacional como factores clave para salir de la crisis y alcanzar el desarrollo de las Pymes y del país.
En estos días, el Presidente Alberto Fernández anunció el cierre de las negociaciones del canje de deuda con bonistas privados, con resultados ventajosos para el país después del “default virtual” legado por el gobierno anterior. Un default que no fue sólo financiero sino, ante todo, social y productivo.
Hace un año, para el el Día de la Industria desde APYME advertimos que las políticas de desregulación, ausencia del Estado y desindustrialización se habían cobrado 25.000 Pymes y dejaban una industria nacional sobreviviendo al 50 % de su capacidad, que había perdido 250.000 empleos, además de un sistema científico y tecnológico devastado y desinversión en áreas clave, al punto que el ministerio de Salud fue degradado a “secretaría”.
No queremos perder de vista estos hechos porque somos conscientes de que si hoy se está pudiendo afrontar la pandemia global, aun con la lamentable pérdida de vidas y la destrucción económica que conlleva, es por la concurrencia de un Estado presente y activo, que convoca a todos los sectores trabajar sobre la base de principios de solidaridad, equidad social y soberanía.
Los desarrollos locales de insumos para el sistema de salud y los avances terapéuticos durante la pandemia demuestran que las Pymes y la industria nacional pueden y deben ser protagonistas en un proceso de recuperación que privilegie el bienestar de todos los argentinos y no las ganancias especulativas de unos pocos.
Desde APYME estamos convencidos de que sólo profundizando este camino podremos a aspirar a superar la pandemia sanitaria y económica. Por eso llamamos a realizar una fuerte apuesta a la recuperación y la defensa efectiva de la industria nacional ante las importaciones y la competencia desleal, las medidas segmentadas para las Pymes urbanas y rurales, la vinculación e innovación tecnológica, el fomento del mercado interno, un sistema financiero al servicio de la producción, un régimen tributario progresivo, el manejo de los recursos estratégicos de la Nación, la integración regional y las exportaciones con mayor agregado, entre otras tareas fundamentales.
Para poner en marcha estas políticas no alcanza con una suma de buenas voluntades, sino que es necesario avanzar en un Pacto Social entre el Trabajo, la Producción y el Estado que impulse la confluencia con todos los sectores y/ o espacios productivos, las Pymes urbanas y rurales, el cooperativismo, la economía social, los profesionales, los trabajadores, las universidades y los centros de investigación.
Es fundamental que la llamada “pospandemia” signifique dejar atrás la crisis mediante una decidida puesta en marcha de un proyecto de desarrollo nacional, que no pasa por bajar los costos del trabajo sino por invertir en el país y alcanzar un amplio acuerdo programático en pos de una Argentina desarrollada, inclusiva y soberana.