Las vallas, los clásicos corralitos con los que la empresa Aguas Santafesinas señaliza los pozos de reparación de cañerías, no son suficientes para evitar siniestros, sobre todo en días de lluvia o por la noche si no están, como ocurre a menudo, acompañados por avisos lumínicos de peligro. Una de esas cavidades, la abierta en San Juan al 4500, fue de nuevo un traga vehículos en la madrugada de este sábado: le tocó a un Ford que quedó a medias incrustado, y que tardaron bastante tiempo en retirar por los caños que pasaban por debajo. Días antes, una moto cayó entera, y pese a la espectacularidad del suceso su conductor no sufrió heridas mayores.
Tanto en el primer caso como en el último, vecinos y protagonistas de ambos casos se quejaron por la ausencia de chapones que cubrieran en su totalidad los pozos, única forma de evitar caídas.
El último suceso ocurrió alrededor de las 5 de este sábado. El conductor del Ford azul siniestrado dijo después que intentó esquivar otro vehículo y se encontró con el hueco demasiado tarde como para esquivarlo. Trompa y lateral izquierdo del rodado quedaron bajo la línea de superficie.
«El pozo tenía un chapón adelante, pero no a los costados. Quiero esquivar un auto y caí adentro. Algunos vecinos me ayudaron y desde esa hora estoy viendo cómo hago para sacarlo. Por ahora, no tengo respuestas”, relató el infortunado chofer, Mauro, a Radio 2 cuando, ya pasado un largo rato del incidente, no habían podido remover el vehículo.
Deja Aguas, te hago el laburo yo pic.twitter.com/t4WCyOTnoe
— German cARc ⚽️👟1️⃣7️⃣ (@CarcGerman) March 16, 2023
La deficiente seguridad con la que contaba la excavación de San Juan al 4500 había sido expuesta en la redes sociales por vecinos el viernes 17 de marzo. Poco después, en la noche del lunes último, un motociclista sufrió lesiones al caer en la misma. El muchacho contó que delante suyo un auto consiguió con rápida maniobra sortear el pozo, pero él no lo logró y su rodado quedó completamente sumergido. «Es muy grande, tendría que estar señalizado», dijo ante las cámaras de un noticiero mientras se reponía de heridas en la pera y un dolor en el pecho fruto de los golpes en la caída.
Federico, el motociclista, relató entonces que circulaba por San Juan a la altura de Servando Bayo cuando se topó con la excavación que un auto pudo eludir delante suyo. Vecinos de esa zona de barrio Echesortu mencionaron que sólo había un chapón cubriendo parte del pozo, cuando se hubieran necesitado tres para taparlo en su totalidad. La trampa, desde entonces, siguió igual. Poco después, desde Assa insistieron en que las medidas de seguridad eran las que correspondían.