La tasa de deforestación de la Argentina es del 1,22 por ciento anual sobre el total de la superficie de bosques nativos, frente a una media mundial del 0,13 por ciento cada año. Así lo afirmó el titular de la firma forestadora Los Verdes, Juan Carlos Villalonga, a una agencia internacional y que reprodujo en su análisis el ingeniero agrónomo Gerardo Gallo Candolo.
Los datos corresponden a relevamientos de la Secretaría de Ambiente de la Nación mientras que esa tasa promedio mundial incluye tanto los bosques naturales como implantados, según un cable de la agencia NA.
Es decir “que hay países con tasas positivas como China, India y Vietnam, que están plantando importantes superficies de bosques para abastecerse de madera y otros materiales que son necesarios para sus ambiciosas metas de desarrollo”, indicó el especialista.
Casos similares se dan en Uruguay y Chile con importantes superficies forestadas que marcan tasas positivas. “Por supuesto que nada podemos decirles a los países europeos que deforestaron sus tierras hacen siglos para producir bienes y alimentos que les permitieron alcanzar el desarrollo actual. Ni tampoco especialmente a los países de la zona fría o Norte de Europa, como Finlandia que hacen de sus bosques cultivados un modelo de desarrollo interesante siendo abastecedores de madera y pasta de papel para toda Europa”, afirmó.
Destacó que un detalle interesante y poco conocido, incluso entre algunos expertos, es que las tasas de crecimiento de los montes implantados en Europa son hasta diez veces menores a las registradas por esas mismas especies en Sudamérica.
A principios del año pasado un estudio del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba determinó que casi el 40 por ciento de los bosques nativos que subsistían en 2004 en el norte y oeste de Córdoba ya no estaban en 2010.
