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Preocupa la presencia de sustancias tóxicas en envoltorios de comidas rápidas

Un estudio realizado en 17 países que incluyó a la Argentina reveló que algunos envases de cartón o papel para alimentos pueden afectar la salud con trastornos endócrinos, infertilidad o cáncer, entre otros. Conocé las cadenas que siguen utilizando esos materiales

A través de un estudio llevado adelante por la red internacional IPEN -de la cual forma parte Taller Ecologista y desarrolló el capítulo argentino de la investigación- se reveló la presencia de sustancias químicas tóxicas (PFAS), las cuales están prohibidas a nivel mundial, en papel de un solo uso y en envases de cartón para alimentos.

Las PFAS se utilizan ampliamente en envases de alimentos para conferir resistencia a la grasa. Estas sustancias tóxicas pueden afectar a la salud, se relacionan con el cáncer, la infertilidad, los trastornos endocrinos, entre otras afecciones. Fueron halladas en muestras tomadas en Argentina y otros 16 países del mundo.

Mediante un estudio realizado por IPEN, Taller Ecologista y otros 17 grupos miembros de dicha red internacional, se reveló la presencia de sustancias químicas tóxicas denominadas per y polifluoroalquilo “PFAS”, prohibidas a nivel mundial, en papel de un sólo uso, y en envases de cartón para alimentos comprados en Argentina y en otros 16 países de Asia, África, Europa, América del Norte, del Sur y el Caribe.

Los químicos PFAS se han relacionado con el cáncer, la infertilidad y la alteración endócrina. Estudios anteriores han demostrado que las PFAS en los envases de alimentos pueden filtrarse a los alimentos y se han encontrado niveles más altos en análisis de sangre de personas que comen regularmente alimentos que se venden en envases que contienen PFAS.

Los PFAS, llamados “químicos eternos” debido a su larga persistencia en el medio ambiente, se utilizan ampliamente en envases de alimentos para conferir resistencia a la grasa.

A lo largo del estudio -que contó con la coordinación de la ONG Arnika- a su vez se encontraron algunos envases fabricados sin PFAS, lo que demuestra que existen alternativas a las sustancias tóxicas.

McDonald’s, KFC, Burger King, Subway, Starbucks, Dunkin’ Donuts y Jolly Time venden alimentos en envases sin PFAS en algunos países, pero siguen utilizando envoltorios contaminados con PFAS en otros países, incluido Argentina.

“Es lamentable y preocupante encontrar este tipo de sustancia en envoltorios de alimentos. Vemos fundamental retirarlos del mercado con urgencia por sus consecuencias en la salud”, resaltan en el informe.

“Dado que la comida rápida es especialmente popular entre los jóvenes, las PFAS pueden alterar las hormonas naturales del cuerpo, existe una seria preocupación de que los jóvenes puedan verse afectados en períodos críticos de desarrollo”, señaló la investigadora global del IPEN Jitka Straková, autora principal del estudio.

«Es preciso que la industria alimentaria elimine las PFAS, y los gobiernos deben avanzar hacia una prohibición mundial de las PFAS como grupo para detener las emisiones ambientales y la exposición humana a éstos», agregó.

IPEN, Taller Ecologista y sus otros grupos miembros compartieron los resultados del estudio con las empresas de alimentos y solicitaron sus políticas sobre el uso de PFAS, pero hasta el momento de la publicación del informe ninguna empresa había proporcionado una respuesta sustancial.

“Se necesita legislación que exija etiquetar los productos químicos en materiales en contacto con alimentos y otros productos para brindar a los consumidores información sobre la seguridad de los productos que compran”, señalaron desde Taller Ecologista.

 

Resultados de la Argentina

En el estudio completo se compraron alimentos envasados en papel, cartón y fibra moldeada de origen vegetal y se analizaron 119 muestras de envases y vajillas. Se recolectaron muestras de 17 países: Túnez, Egipto, Jordania, Kuwait, Marruecos, Irak, Montenegro, Jamaica, México, Argentina, Benin, Zambia, Camerún, Filipinas, Taiwán (RPC), Nepal e India. Se realizaron pruebas de 58 PFAS específicas y de flúor orgánico extraíble (EOF por su sigla en inglés), una medición que se correlaciona con el uso de cualquier PFAS.

De 119 muestras analizadas, 64 (53,8%) contenían PFAS o tenían niveles de EOF que indicaban la presencia de PFAS.

Cuatro muestras tenían niveles de PFAS por encima de los límites de la UE para PFOA y/o PFCA de cadena larga, y 53 muestras tenían niveles de PFAS o EOF por encima de los límites propuestos por el régimen de seguridad química REACH de la UE.

En Argentina, y tal como se le informó oportunamente a la empresa KFC, se compró su producto “Ruster BBQ” de la empresa y en el empaque de este alimento se encontró PFAS, en la siguiente cantidad: 777 ng/g, superando la seguridad química que propone la Unión Europea.

Los productos moldeados hechos de fibras vegetales (por ejemplo, tazones, platos y cajas de comida) anunciados como biodegradables o compostables tuvieron consistentemente los niveles más altos de PFAS. Por otro lado, las bolsas de palomitas de maíz para microondas tenían más probabilidades de contener PFAS entre todos los tipos de envases.

 

Dudas sobre el papel reciclado

Se analizaron doce muestras de envases de papel reciclado no resistentes a la grasa y seis mostraron contaminación no intencional por PFAS. Esto demuestra que el papel reciclado puede representar una amenaza para la economía circular y puede disminuir la credibilidad del reciclaje.

Solo el 2 % de los extractos de muestras positivas pudieron vincularse con PFAS específicos, lo que demuestra los desafíos de la trazabilidad química y la regulación sin etiquetado.

Asimismo, se encontraron ciertos polímeros fluorados, que tienen la propiedad de poder  degradarse y convertirse en PFAS altamente tóxicos durante el ciclo de vida, por lo que deberían estar sujetos a las mismas restricciones que otros PFAS. Sólo una prohibición universal que incluya todas las PFAS poliméricas puede detener la exposición humana a las PFAS.

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