El último relevamiento de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) expuso el cuadro de situación del sector en Argentina. Los empresarios reconocieron un amesetamiento de la actividad y manifestaron cautela para la segunda parte del año, atravesada por el proceso eleccionario.
En medio de este fenómeno de desaceleración, que se condice con las dificultades que atraviesa la economía, los titulares de pequeñas empresas hicieron hincapié en la faltante de insumos y en los aumentos injustificados como los mayores problemas para sostener la producción.
Por ahora, esta realidad no tiene fuerte impacto en el empleo, aunque advierten un freno en el proceso de generación de puestos que sostuvieron el último tiempo. De hecho, casi un 60% de los encuestados reconoció que no tiene pensado contratar trabajadores en la segunda parte del año.
Consultados sobre la problemática que más los afectó en lo que va del año, la mayoría coincidió en que fue el precio de los insumos, seguido por el desabastecimiento. La denominada mochila fiscal, o carga tributaria aparece como una de las últimas preocupaciones de los empresarios pyme.
La variación respecto del último trimestre de 2022 en relación con las expectativas muestran una baja compatible con la incertidumbre de una segunda parte del año signada por la proximidad de las elecciones nacionales. Se verifica una merma de los empresarios que manifiesta haber mejorado los niveles de actividad respecto del trimestre anterior (38,9% vs. 47%, compensado por 1,6% menos que manifiesta estar peor).
La actividad entre enero y abril de 2023 refleja un amesetamiento respecto de los niveles del último trimestre de 2022, aunque el saldo sigue siendo positivo. En el 38,9% de los casos se experimenta una mejoría y el 40,7% registra los mismos niveles, y solo el 20,4% habla de un empeoramiento.
En cuanto a las expectativas de actividad para el segundo trimestre de 2023, se nota una mayor cautela. Sólo un 28,9% prevé una mejoría, mientras que un 46% considera que estará igual que a fines de 2022 y un 24,8% avizora un empeoramiento. 74,9 % cree que la actividad mejorará o se sostendrá en los niveles de la primera parte del año.
Empleo
La generación de empleo arroja un saldo levemente negativo. Un 42,6% manifiesta haber tomado personal en la primera parte del año, mientras que este porcentaje era de 55,7% en el último trimestre de 2022.
La tendencia negativa se agudiza en relación con las expectativas para la segunda parte del año. Sólo un 24,1% expresa que contratará nuevo personal; 59,3% afirma que no tomará empleados, y un 16,7% no lo tiene decidido aún.
Aumentos y faltante
Casi el 90% de los empresarios sufrió aumentos injustificados, una lógica que vienen exponiendo en los últimos informes. El nivel de respuestas positivas a esa problemática se mantiene relativamente alto respecto al último trimestre de 2022.
Los problemas de abastecimiento de insumos para las empresas también se mantienen relativamente constantes: 72% en 2023 contra 70,5% a fines de 2022.
Un significativo 70% manifiesta que los problemas de incrementos en los precios y abastecimiento de insumos se deben a condicionamientos por parte de las empresas proveedoras, y en menor medida por el problema de disposición de divisas para importaciones (30%) Este último porcentaje disminuyó en 2023 respecto del último trimestre de 2022, cuando un 40,6% manifestó tener problemas con las restricciones de divisas para importar.
Por último, consultados sobre qué políticas de Estado deberían profundizarse de cara al proceso eleccionario, la mayoría coincidió en la necesidad de acceso a crédito. En segundo lugar figura la regulación de precios y provisión de insumos.
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