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Prepara el pasaporte: Newell’s tuvo un partido perfecto y se acerca a la Sudamericana

La Lepra mostró una vez más por qué es el mejor equipo en condición de visitante y vapuleó a Central Córdoba en Santiago del Espero con un gol en contra inicial, otro de Ditta -la figura- y el tercero del pibe Esponda. Séptimo triunfo fuera del Coloso

Triunfazo en rodeo ajeno, una costumbre de la Lepra. Newell’s derrotó al ascendente Central Córdoba de Abel Balbo y con un 3-0 contundente quedó a un paso de conseguir la clasificación a la Copa Sudamericana. Cuando parecía que el tanque se quedaba con poca nafta y había que regular para terminar entero el último tramo de la Liga, Newell’s sacó de la manga una actuación formidable fuera de casa y empieza a desempolvar el pasaporte para el próximo añpo.

A veces cuesta entender a Newell’s. Aunque si se analiza con profundidad hay respuesta para todo. La Lepra lleva siete victorias fuera del Coloso. Es el mejor equipo en condición de visitante. Su zona de confort no es el Coloso, como en cualquier otro torneo. Tal vez se sienta menos presionado, a partir de un equipo que presenta muchos juveniles. Aunque también esto puede estar relacionado con menos obligaciones que implica jugar afuera. Puede pararse de contra, sin retroceder demasiado, y explotar sus mejores atributos.

El planteo de Coria enseguida se vio sólido. La línea de tres a Newell’s lo hizo sentir cómodo y la idea de presionar bien arriba desconcertó a los locales. Con Francisco González, Sforza, Pérez y Juanchón muy metidos, a la Lepra se le hizo fácil recuperar la pelota. Y empezó a ver por dónde lastimar.

El hueco parecía estar por la derecha rival, donde Panchito y Luciano encontraban facilidades. Pero la imprecisión en el pase final o el centro no tan certero hizo que esa ventaja no fuera decisiva. Pero la sensación del partido era que Newell’s estaba mejor parado, más convencido de lo que debía hacer. Y esa idea que rondaba por el Madre de Ciudades se plasmó en la red rival.

Fue por afuera, pero por la derecha del ataque leproso. Un pelotazo cruzado encontró a Méndez proyectado en ataque. Y ahí el uruguayo impuso su potencia para desbordar ante el achique de Rigamonti y poner un centro de alto riesgo. Ramírez, en su desesperación por despejar, mandó la pelota contra su propio arco, y por si el VAR no convalidaba tras un despeje de Pereyra detrás de la línea, Panchito González definió. Gol en contra, el quinto que tiene a su favor la Lepra en el torneo, toda una rareza que importó poco. Ventaja merecida.

Lejos de replegarse, la Lepra mantuvo su postura, su idea de juego que le sentaba cómoda. Y en pocos minutos sentenció el partido. Una corajeada de Ditta, de esas habituales en cada partido, terminó con el colombiano cara a cara con Rigamonti y una definición exquisita “picando” la pelota para el 2-0.

Un rato antes, el partido le dio un guiño a la Lepra, para demostrar que era su noche. El VAR dejó de funcionar unos minutos y en ese breve lapso hubo una mano “no intencional” de Ditta. Tal vez hubiera sido penal, tal vez no. Pero Baliño no tenía asistencia tecnológica e interpretó que no había que sancionar.

Después quedó tiempo para un golazo de Esponda, en una jugada que tal vez en el Coloso no hubiera sido gol. Es que Balzi arrancó una contra muy solo, metió un caño y cuando vio que el arco le quedaba lejos, frenó y recalculó. En casa el público lo hubiera obligado a seguir, en Santiago hubo un mejor reinicio, Juanchón habilitó perfecto a Esponda y el pibe sacó un zapatazo para estrenarse en la red con golazo. Y la Lepra redeondeó un partido perfecto, justo cuando parecía que se quedaba sin aire, metió un pique para quedar muy cerca de clasificar a la Sudamericana.

 

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