Especial para El Ciudadano
Las argentinas y los argentinos están acostumbrados a los bruscos vaivenes de la economía del país que parece no tener un buen destino y circula por caminos escabrosos. Peores panoramas presenta nuestra economía si atendemos a las expresiones de economistas liberales, ortodoxos, que siempre parecen brindar un panorama más oscuro sobre la situación y en la mayor parte de las veces exponiendo sus opiniones como si lo que se lleva a cabo no formara parte de su pensamiento.
Al mismo tiempo, hubo y hay otros economistas heterodoxos que propusieron alternativas a las políticas liberales a partir del desarrollo industrial económico. Uno de ellos fue Aldo Ferrer quien fue un estudioso pero también un protagonista importante de nuestra historia económica. En su libro “El enigma del desarrollo argentino. Biografía de Aldo Ferrer”, Marcelo Rougier cuenta la historia de este economista buscando comprender su obra en el contexto en el que fue producida. Antes de su presentación en Rosario, en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, el jueves 8 de septiembre, a las 17, el autor se entrevistó con El Ciudadano y brindó sus impresiones sobre un claro referente de la economía nacional.
—¿Por qué hacer una biografía sobre Aldo Ferrer?
Ferrer fue uno de los principales economistas que tuvo la Argentina. Dada su larga trayectoria, sus aportes intelectuales, su desempeño en la gestión (en diferentes niveles del gobierno) y por el gran impacto de sus ideas y reconocimiento en distintos momentos de la vida política del país merecía una investigación académica detallada. Sus aportes tienen relevancia e interés en sí mismos, pero además si se los vincula a la dinámica política e institucional del país la perspectiva se enriquece. De esta forma, ya no solo hablamos de Ferrer sino de un contexto económico, cultural, etcétera, de los dilemas de la gestión o de las redes intelectuales y los procesos de formación de ideas, por ejemplo.
—¿Además de intérprete privilegiado, Ferrer fue un protagonista importante de distintos procesos económicos del país y del mundo?
Exacto. No sólo fue un analista de los procesos que les tocó vivir, un analista con una gran formación para poder interpretar esos procesos, por otra parte, sino que tuvo participación decisiva en numerosas ocasiones sobre los rumbos de la política económica, en particular durante su gestión como ministro de Hacienda de la provincia de Buenos Aires, durante la gestión de Oscar Alende, a fines de los años cincuenta, o al frente del Ministerio de Obras Públicas y de Economía a comienzos de los años setenta. También tuvo una gestión muy destacada en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, durante el gobierno de Alfonsín. En la región participó en organismos internacionales como el BID y como experto en el marco de los acuerdos comerciales de integración. Finalmente, a nivel internacional fue agregado en la embajada en Londres y al final de sus días embajador en París. Toda esta actuación sin duda potenció su capacidad de análisis de los procesos locales e internacionales, que quedaron cristalizados en sus obras más importantes como La economía argentina o los libros sobre la globalización.
—¿Podríamos decir que Ferrer fundó una escuela o un modo diferente de pensar a la economía argentina?
No me atrevería a plantearlo de ese modo, pero es una muy buena pregunta. Ferrer fue partícipe de una generación que sentó las bases del “estructuralismo latinoamericano”, fue discípulo de Raúl Prebisch y se formó con las teorías sobre el desarrollo en su paso por la Organización de Naciones Unidas a comienzos de los años cincuenta. Entonces su concepción está en línea claramente con los postulados de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) pero la vez su pensamiento fue muy independiente y original. Tenía una particular concepción de la integración latinoamericana, postuló un modelo de desarrollo que denominó “integrado y abierto”, es decir que apuntalase las actividades industriales con capacidad exportadora, etc. En suma, desarrolló una forma propia de pensar la historia económica argentina y los dilemas de su estructura productiva, y de allí definió una serie de estrategias para lograr su desarrollo. También hizo un esfuerzo importante por incorporar variables sociales y políticas a sus análisis económicos que quedaron cristalizadas en su concepto de “densidad nacional”, importante para explicar las debilidades y potencialidades de los países para lograr el desarrollo económico.
—En relación al concepto elaborado por Ferrer, ¿se puede “vivir con lo nuestro” o vamos a depender siempre de los dólares?
Bueno, creo que el concepto de “vivir con lo nuestro” fue de algún modo caricaturizado. En realidad, no es una concepción autárquica ni que busque la desconexión del mundo, ni mucho menos. Al contrario, es una visión que integra a la Argentina dentro del escenario internacional, fuertemente globalizado, como él se encargó de estudiar en profundidad. Vivir con lo nuestro significa tener una perspectiva nacional de los problemas y buscar la integración a la economía internacional desde una visión soberana, asentada en el dominio de los recursos nacionales, y no subordinada a las potencias internacionales o a los designios del comercio internacional. En este sentido, volviendo a tu pregunta, dólares vamos a necesitar, quizás siempre, pero también tenemos que generar las condiciones para obtenerlos a través de nuestras exportaciones, de una inteligente inserción internacional, desarrollando industrias con alta productividad e intensivas en conocimiento. Esa sería la forma para resolver los problemas recurrentes de falta de divisas que aquejan a la economía nacional y que permitirían acercarnos a una estructura productiva más integrada, compleja, con mejores salarios y a la vez competitiva..
Sobre el pensamiento latinoamericano
Organizada por la cátedra Problemática del Pensamiento Latinoamericano y Argentino, de la Escuela de Antropología (FHyA, UNR), el jueves 8 de septiembre se brindará la conferencia «Conversaciones sobre el pensamiento económico latinoamericano. A propósito de dos libros» que contará con la participación de Marcelo Rougier que expondrá sobre su libro «El enigma del desarrollo argentino. Biografía de Aldo Ferrer» (ver nota central), y sobre el texto de Juan Odisio «El desafío del desarrollo. Trayectorias de los grandes economistas latinoamericanos del siglo XX». El encuentro está convocado a partir de las 17 en la Facultad de Humanidades y Artes (Entre Ríos 758) y, además de los autores contará con la participación de las profesoras Laura Luciani y Silvia Simonassi.