El «Barrosasuchus Neuquenianus», un cocodrilo que habitó la Patagonia hace 70 millones de años, cuyo esqueleto fosilizado casi completo había sido hallado en 2001 en Sierra Barrosa, en la región central de Neuquén, fue presentado este jueves por la Subsecretaría de Cultura de esa provincia como una nueva pieza que engrosa el patrimonio paleontológico local.
«Fue un hallazgo excepcional ya que es muy raro encontrar esqueletos completos de vertebrados fósiles», dijo a Télam el director de Paleontología de Neuquén, Rodolfo Coria, durante la presentación.
El especialista precisó que «se trata de un cocodrilo, está preservado el esqueleto casi completo, incluyendo el cráneo entero, con piezas que muchas veces no se preservan en otros fósiles».
Además, explicó que «el hallazgo se realizó en el año 2001 y llevó todo este tiempo preparar el material, limpiarlo, procesarlo, hacer el estudio y finalmente publicarlo» antes de su presentación este viernes.
En cuanto a las características del Barrosasuchus Neuquenianus, Coria indicó que «es muy parecido a los cocodrilos actuales, ya que son animales que han sido muy conservadores en sus planes corporales, pero no pertenece a la misma familia».
«Es de una familia denominada ‘peirosáuride’, que es típica y con muy buena presencia en el período Cretácico sudamericano», precisó.
El paleontólogo aseguró que «este peirosáurido es el más completo de la Argentina y es uno de los más completos del mundo, junto con unos ejemplares brasileños».
«Tenemos una idea muy precisa del tamaño, ya que el largo total del cuerpo debe haber estado en torno a los dos metros de longitud», agregó.
El hallazgo se produjo en Sierra Barrosa, una localidad fosilífera de gran importancia ubicada en el centro de Neuquén, donde los investigadores se encuentran trabajando desde hace varios años.
La expedición que halló el fósil del Barrosasuchus Neuquenianus también recolectó numerosos huesos de vertebrados, incluidos dinosaurios carnívoros y herbívoros, mamíferos, huellas de aves y otros dinosaurios pequeños en rocas del Cretácico Superior, que indican 70 millones de años de antigüedad.
La directora de Patrimonio Cultural de Neuquén, Claudia Della Negra, expresó a Télam que los restos fósiles se suman al conjunto de investigaciones en un área donde conviven los experto locales con los extranjeros.
«La idea es seguir desarrollando investigaciones locales, ampliar, formar nuevos investigadores, generar nuevos laboratorios, continuar con este desarrollo que es local, en conjunto con instituciones nacionales e internacionales», manifestó Della Negra.
Por otra parte, el subsecretario de Cultura de Neuquén, Marcelo Colonna, sostuvo en diálogo con Télam que «es importantísimo que se conozca el patrimonio cultural paleontológico de la provincia».
La Ley de Patrimonio Histórico, Arqueológico y Paleontológico de Neuquén contempla que los hallazgos se expongan en los museos más cercanos, por lo que en el caso del antepasado del cocodrilo se será exhibido en el «Carmen Funes» de la localidad de Plaza Huincul.
Colonna enfatizó que «hay tanta riqueza paleontológica en la provincia, que es muy importante que pase del ámbito científico al ámbito popular; para que la gente lo reconozca y se pueda llevar toda esta información a las escuelas, y compartirla con los 40 museos que tiene Neuquén».
«Visibilizar el patrimonio cultural, histórico, arqueológico y paleontológico genera también más turismo para la provincia y más desarrollo a sus localidades», destacó el funcionario.