El 10 de mayo de 2014, no será una fecha más en la rica historia de Old Resian. Seguramente cuando se hable de ese día no sólo se relatará como fue el primer partido del Tricolor en primera división después de ocho largos años en el ascenso del Litoral, sino también los ochenta minutos del triunfo sobre el multicampeón Duendes. Los dramáticos minutos finales con el penal acertado por Nazareno Valentini y el penal fallado por el Verdinegro en la última jugada que desató la fiesta en el Grantfield será una historia que se trasmitirá de generación en generación.
Antes del debut, en una charla informal entre El Hincha y Pablo Guntero, quien junto a Sebastián Etchart son los entrenadores del primer equipo de Old Resian, confesaban que el objetivo principal era adaptarse lo más rápido a Primera para poder mantener la categoría, en ningún momento pensaron en el tremendo batacazo que el pasado sábado sus dirigidos metieron ante Duendes.
Para analizar el presente de Old Resian, hay que conocer el pasado y Etchart habla sobre ese duro momento. “Generalmente olvido las cosas malas del pasado y miro siempre para adelante”, arrancó el relato. Y continuó: “Sí me acuerdo del fin de la etapa negra de Old Resian, cuando nos estábamos ahogando y llego Rubén Serri, un sabio de este juego. El Ratón empezó por cambiarnos la cabeza a los entrenadores y dirigentes, después entre todos le inculcamos el cambio a los jugadores, además nos dijo que para atrás había que olvidarse de todo. El proyecto de Old Resian era a 10 años, ir pisando sobre bases fuertes y sólidas. Y acá están los resultados, el ascenso un año antes de lo que decía el proyecto, y este primer paso donde tuvimos la suerte de ganar el partido ante Duendes, que hoy es hablar del mejor equipo del país, ya que más allá de quien entra a la cancha, es una institución tremenda con una estructura y un rugby muy sólido. Nosotros ahora tenemos que ser humildes para continuar con nuestro camino”.
El sábado sorprendió la forma de jugar que tuvo el club de Mendoza y Wilde, siempre dispuesto a jugar, una apuesta arriesgada pero que a la larga seguramente traerá buenos resultados. “No sé si es la fórmula, pero es lo que mejor le sale al equipo, que es joven y que está dando sus primeros pasos en Primera. Realmente hacer un partido táctico ante Duendes era un suicidio. Planteamos al partido no sólo por el rival sino porque es nuestro estilo de juego. Ese es el desafío que tenemos para este año, imponer nuestro juego en otro nivel”, aseveró Guntero.
El Grantfield lució impoluto el pasado sábado, el festejo era que el equipo jugará en Primera División, pero con el resultado puesto, fueron muchas las lágrimas de felicidad derramadas. Los ocho largos años en segunda fueron duros y la familia de Old Resian tuvo su merecido desahogo. “Ver el festejo después del partido, donde no se sabía quién era jugador, entrenador, hincha, dirigente, familiar, todos juntos festejando en el medio de la cancha fue muy lindo. Ahora sí, mirando para atrás, sabemos que esa etapa negra se dejó en otro lugar”, sentenció Etchart.
Guntero y Etchart, de 39 y 36 años de edad, respectivamente, conforma una de las duplas de entrenadores más jóvenes del Litoral. Ambos comenzaron bien de abajo, en 2008 eran los responsables de los menores de 15 años. Después de transitar y hacer escuela en las juveniles dieron el salto a primera bajo el ala de Rubén Serri. “Es una lucha constante, todos los días nos decimos que no somos jugadores y lo repetimos mil veces (risas), y en partidos como el de Duendes, cómo no te van a dar ganas de entrar a jugar. Ahora tenemos otra responsabilidad, pero vamos a ser jugadores toda la vida”, confesó Guntero mientras su compañero de ruta asentía con una sonrisa similar a la del sábado, cuando pisaron fuerte en el Litoral.