Argentina, Brasil y Uruguay le dan la bienvenida a Venezuela como el quinto socio pleno del bloque sudamericano. Para esto, Cristina de Kirchner, el uruguayo José Mujica y la anfitriona Dilma Rousseff firmarán el acuerdo con Hugo Chávez, en la cumbre que antendrán en Brasilia, organizada especialmente para este ingreso.
Los tres socios originarios esperarán además a la normalización del proceso político paraguayo, para que el cuarto miembro avale la entrada venezolana al bloque, lo que se formalizaría recién después de las elecciones presidenciales del 15 de abril próximo. Mientras tanto, ese estado se encuentra suspendido de participar en las cumbres, luego del golpe de Estado contra Fernando Lugo. Igualmente, el proceso de incorporación plena de Venezuela llegará hasta julio de 2016, plazo que se le dará al país caribeño para que adapte sus aranceles a los vigentes dentro del Mercosur.
Ayer, en Brasilia, los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países miembros participantes de la cumbre, la Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela tuvieron una reunión informal donde el debate fue cuál será el plazo que se impondrá para que ingrese Venezuela al bloque, adaptándose a la normativa general del Mercosur. A la reunión de cancilleres, que preside el anfitrión brasileño, Antonio Patriota, asistieron el argentino Héctor Timerman, el venezolano Nicolás Maduro y el uruguayo Luis Almagro.
El ingreso de Venezuela fue aprobado en 2006 por los socios del Mercosur y refrendado en los años posteriores por los Parlamentos de la Argentina, Uruguay y Brasil, pero no se había podido concretar hasta ahora por la falta de ratificación del Congreso paraguayo. Sin embargo, la destitución el pasado 22 de junio de Fernando Lugo de la presidencia de Paraguay propició un polémico acuerdo político que se consumó en la Cumbre semestral que el bloque celebró siete días después en la ciudad argentina de Mendoza. En esa Cumbre, a la que no se le permitió asistir al sucesor de Lugo, Federico Franco, Paraguay fue suspendido del bloque y así se consideró zanjado el obstáculo que frenaba la entrada de Venezuela, aprobada en Mendoza por Cristina, Mujica y Rousseff.
A partir de su incorporación formal al bloque, Venezuela deberá adaptarse a las normas y nomenclaturas del Mercosur, así como a su Arancel Externo Común, que varía entre el 0% y el 20%, según los productos procedentes de países ajenos al bloque.
Las reuniones técnicas con ese fin comenzaron la semana pasada, en Caracas, donde una delegación brasileña analizó el asunto con miembros del Gobierno venezolano y, según dijo Chávez, identificaron unos 230 códigos de productos que Venezuela podría comercializar desde ya en el ámbito del Mercosur.
Según un comunicado difundido ayer por la Cancillería brasileña, con el ingreso de Venezuela el Mercosur pasará a estar integrado por 270 millones de personas, que suponen el 70% de toda la población sudamericana.
Con los cinco países miembros, el Mercosur tendrá un Producto Bruto Interno (PBI) de 3,3 billones de dólares y un territorio de 12,7 millones de kilómetros cuadrados. Para la Argentina, el ingreso venezolano podría representar un muy buen negocio. La posibilidad de poder exportar productos industriales con arancel libre o moderado, en un mercado donde la mayoría de los bienes manufacturados son comprados en el exterior, resulta una oportunidad importante. Además, según los observadores, Venezuela podría aportar, sin el pago de aranceles de importación, gran parte del combustible que necesita el país para completar su oferta energética anual.