Podría haber sido otro de los expedientes en el fondo de la pila. Uno de los cientos de crímenes no esclarecidos en la última década cuyas víctimas son sólo recordadas por familiares y un puñado de allegados. Pero luego de siete años de impunidad, la familia de Antonio Galván, un laburante de 69 años, atacado a puñaladas en Empalme Graneros que murió tras una larga agonía a comienzos de 2014, quizá ahora pueda tener una pizca de justicia. Este lunes, un sospechoso del crimen escuchó la imputación en su contra a más a 700 kilómetros de Rosario, en la Alcaidía de la localidad chaqueña de Villa Ángela, donde cumple con otra identidad los últimos tramos de una larga condena por robo.
El 31 de diciembre de 2013, Antonio Galván fue atacado a puñaladas durante un intento de robo en French al 6000, cerca de su casa y en medio de los preparativos para el festejo de Año Nuevo. Un ladrón solitario le salió al cruce y al resistirse recibió seis puntazos y varios cortes en la cara y torso. El agresor se perdió en la noche, y los policías poco hicieron para buscarlo a pesar de los datos que aportaron familiares de la víctima, quienes dijeron que el agresor había sido conocido asaltante de la zona, apodado Gancho.
Antonio estuvo internado a causa de las lesiones durante 20 días –primero en el Clemente Álvarez y después en el Pami II– hasta la mañana del 21 de enero de 2014, cuando una complicación infecciosa de las heridas lo llevó a la muerte.
Desde entonces, más que una nota periodística, nada se supo del caso que pasó a formar parte de los expedientes residuales del viejo sistema penal luego de la reforma de 2014.
Era octubre de ese mismo años cuando en Villa Ángela, Chaco, fue detenido por un caso de robo calificado un joven identificado como Ezequiel Lucas Rodríguez, alias Alis, oriundo de la localidad chaqueña de Coronel Du Graty y por entonces de 23 años. Aunque el arma del atraco nunca fue hallada recibió en mayo de 2015 una condena a 6 años y dos meses. La pena se unificó con una causa del Juzgado de Instrucción 2ª de Rosario, y fue declarado reincidente. Nada se mencionó del caso Galván.
Según indicaron fuentes del caso, Rodríguez pasó más de un lustro preso y por derecho obtuvo salidas transitorias sobre el tramo final de su condena, que vence en diciembre de 2020.
Fue en un incidente durante uno de esos trámites de salidas transitorias, en agosto de 2019, que se estableció Lucas Ezequiel Rodríguez era buscado por el homicidio de Antonio Galván en Rosario. En ese momento, se conoció el por qué de su anonimato en el caso Galván, es que el pedido de captura figuraba con el nombre de Ezequiel Irineo Rodríguez. Una doble identidad que, en medio de un laberinto burocrático, esquivó una grave acusación durante años.
Este lunes desde Rosario, el fiscal Gonzalo Fernández Bussy le atribuyó a Alis o Gancho Rodríguez el crimen en ocasión de robo de Antonio Galván.
La evidencia presentada por la Fiscalía vía Skype alcanzó para que la jueza Silvia Castelli dictara la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, es decir un mínimo de dos años previo al juicio.
El imputado seguirá detenido en la Alcaidía de Villa Ángela, a media hora de distancia de su Coronel Du Graty natal.