Diecinueve presos que estaban detenidos en el penal de la comisaría 12ª de barrio Ludueña, protagonizaron desde anteanoche y hasta ayer a la mañana un motín dentro de una celda. El reclamo se extendió por once horas, y culminó cuando los bomberos debieron ingresar a sofocar un foco de incendio. Según explicaron desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) –que medió en el conflicto junto con las Tropas de Operaciones Especiales (Toe) y Asuntos Internos– uno de los detonantes de la medida de fuerza que tomaron los reclusos estuvo motivada por una agresión que sufrieron el viernes pasado por parte de los uniformados a cargo de una de las guardias del penal. Hoy a primera hora, miembros de la CTC realizarán ante la Justicia la denuncia de este hecho, del que tomaron conocimiento durante el motín. Además, el reclamo de los reos abarcaba mejoras en las condiciones de detención, ya que la cantidad de detenidos allí alojados excede la capacidad del penal, y mejoras en materia de higiene y alimentación. En este mismo sentido, solicitaron un teléfono celular para poder comunicarse con sus familiares.
Según informaron fuentes de la Unidad Regional II, el conflicto se inició cerca de las 20 del domingo en el penal de la comisaría 12ª, ubicada en Pedro Lino Funes 255 bis, en barrio Ludueña.
De acuerdo con las fuentes, a esa hora se produjo en la seccional el cambio de guardia y, cuando los uniformados pretendían ingresar a la celda para realizar el recuento de los presos, estos ataron las puertas de entrada. Sin embargo, otros pesquisas indicaron que los efectivos policiales querían ingresar al pabellón para buscar elementos ilegales entre las pertenencias de los internos.
Tras bloquear el ingreso con un colchón, los reos comenzaron a exponer sus reclamos. “Entre los más significativos estaba la solicitud de traslados a otras dependencias, más elementos para la higiene de la celda”, especificó un alto jefe policial.
Sin embargo, según dijo a El Ciudadano Federico Garat, de la CTC, el principal reclamo de los presos respondía a un episodio de violencia que tuvo lugar el viernes pasado dentro del mismo penal.
De acuerdo con Garat, que se presentó en la comisaría para oficiar de mediador cerca de las 22 a pedido de los propios detenidos, el viernes último algunos de los efectivos de la seccional que están a cargo de una de las guardias reprimieron a los presos. Algunos de ellos quedaron malheridos, y nunca recibieron asistencia médica. “A primera hora vamos a realizar la denuncia en el juzgado correspondiente y en fiscalía, porque tomamos conocimiento del hecho cuando se produjo el motín”, adelantó Garat.
Según explicó el militante de la CTC, los otros reclamos referían a las condiciones de detención –el penal de la comisaría 12ª tiene capacidad para menos presos de los que aloja–, a la alimentación, al trato que reciben los familiares de los reos cuando van a la visitas –que en muchos casos no les son concedidas–, las condiciones de higiene y la utilización del patio. Además, los detenidos reclamaban que se les entregase un celular para utilizar dentro del penal.
Tras la mediación de la CTC, que se extendió hasta pasada la medianoche, los internos continuaron con la medida de fuerza. Así, mientras en la vereda comenzaban a amontonarse familiares de los presos que querían saber qué era lo que ocurría, dentro fueron desfilando distintos mediadores. “Cerca de la 1.30 (del lunes) llegó personal de las Tropas de Operaciones Especiales (Toe), que no consiguieron que cesara el motín, y luego, a eso de las 4, estuvo el personal de Asuntos Internos, pero no se llegó a un acuerdo”.
Según fuentes de la URII, cerca de las 7 comenzaron a escucharse gritos, y los presos prendieron fuego un colchón dentro de la celda, por lo que los bomberos destrabaron la puerta a la fuerza y sofocaron el foco ígneo.
Una vez destrabado el conflicto, tres de los internos fueron trasladados a otras dependencias: dos a la comisaría 14ª, de Marcos Paz al 6600; y uno a la seccional 7ª, de Cafferata al 300.
De acuerdo con las fuentes, en el penal de la 12ª quedaron 16 internos y no se registraron heridos.
En tanto, en las doce horas que duró el levantamiento, desde la URII se dispuso que cinco móviles de Comando Radioeléctrico, personal del Sies y de Bomberos hicieran guardia en la puerta de la seccional. “Estuvimos en todo momento para contener a los familiares de los presos, porque estas instancias siempre son angustiantes. Por suerte, todo se tranquilizó y las personas que estaban afuera no generaron grandes disturbios”, remarcó uno de los voceros.