Detenidos en el penal de la comisaría 6ª, de barrio Echesortu, aprovecharon que en la mañana de ayer estaba previsto que reciban visitas para pedir, por intermedio de sus familiares, traslados a otras seccionales ya que estaban hacinados. Luego de casi tres horas de diálogo, más de 20 de los reclusos fueron trasladados a otras comisarías y en los próximos días podrían producirse más cambios.
La protesta comenzó cerca de las 9 de ayer, cuando varios familiares de los 65 presos alojados en el penal de la seccional 6ª, ubicada en San Luis al 3200, denunciaron la situación de hacinamiento que se vive en el lugar, con capacidad para 13 detenidos.
“Llegamos a visitar a nuestros familiares y nos encontramos con que la comisaría estaba cerrada. Se nos dijo que no podíamos entrar porque había un motín adentro. Cuando preguntamos por qué sucedía esto, nos dijeron que los detenidos solicitaban traslados. Son 31 presos que piden ir a otro lugar porque hay capacidad para 13 cuando en realidad son 65 en total”, sostuvo un hombre en la puerta de la seccional.
Ante esto, llegaron al lugar dos camionetas del Cuerpo Guardia de Infantería (CGI), pero luego de dialogar durante casi tres horas con los internos, los agentes que fueron trasladados al lugar como refuerzo se marcharon, ya que se concertó el traslado de alrededor de 20 de los presos a otras seccionales y que en los primeros días de la semana próxima al menos una decena más se marchará. Voceros policiales aclararon que no se trató de un motín, sino de un pedido de traslado efectuado por entre 6 y 7 presos “en forma pacífica”. Además, remarcaron que no hubo quema de colchones, y que “tampoco se hizo presente personal del CGI, que suele ir para prevención”.