Fue una agitada semana para el Concejo, hegemonizada por los debates y negociaciones en torno al proyecto de Presupuesto 2013 enviado por el Ejecutivo, que finalmente, con una versión sustancialmente diferente a la original y al cierre de esta edición, el oficialismo confiaba en aprobar con las voluntades del socialismo y sus aliados, en una votación cuyo resultado estimaba en 13 a favor y la duda de entre ocho o nueve en contra, según se abstuviera o resolviera rechazar el edil Alberto Cortés, del bloque Partido Socialista Auténtico.
Antes, y con alto nivel de virulencia en las intervenciones opositoras, se debatía el proyecto de modificación del aumento de la Tasa General de Inmuebles, que ahora será escalonada y con una bonificación del 10 por ciento para quienes la abonen de una sola vez, más cambios en el Derecho de Registro e Inspección que aligeran la carga sobre las categorías más bajas (pequeños comerciantes) y las eleva a contribuyentes de peso, como entidades financieras y empresas telefónicas, a lo que se agregaban retoques a otros tributos como la suba del derecho de ingreso al Casino (de 2,5 a 4 pesos).
En el tema de modificación de tributos, que de segundo a tratar pasó a ser el primero, se anticiparon sin embargo los fuertes cruces en torno al Presupuesto, nada inusual ya que en rigor están íntimamente relacionados.
Día complicado
Entre la mañana y las 15, la tensión estuvo centrada en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde se terminaron de afinar las modificaciones acordadas –no por todos los integrantes– al mensaje del Ejecutivo sobre estimación de recursos y erogaciones del municipio para el año próximo. Así, salió un despacho favorable con la firma del presidente de ese cuerpo, el arista Oscar Greppi, la radical Daniela León, el demoprogresista Roberto Bruera y la socialista Viviana Foresi. Aunque estuvieron al principio, no fue así tras un cuarto intermedio y faltó la rúbrica de Alejandro Roselló y Rodrigo López Molina, del PRO, y la de todos modos improbable del más crítico al mensaje del Ejecutivo e incluso a las modificaciones acercadas por los bloques afines al oficialismo, Héctor Cavallero, del Partido del Progreso Social (PPS).
En medio de esa discusión, llegó otro mensaje del Palacio de los Leones por el que se disponía incrementar en ocho millones de pesos el monto destinado al Presupuesto Participativo. Era otro de los puntos ríspidos, de cara a las quejas sobre su caída porcentual respecto a las cuentas generales y con ello el presunto incumplimiento de normativas que obligan a aumentarlo año tras año.
Con el despacho de Comisión, arduamente conseguido tras reiterados cuartos intermedios de la Comisión, y de tomas y dacas destinadas a sumar voluntades de (algunos) radicales y el PRO, se abrió la sesión con algo de retraso.
El primer tema de la agenda, que en principio era el segundo, fue la modificación de tributos como la TGI (suba escalonada de 27, 33, 39 y 45 por ciento, más bonificación de 10 por ciento para pago anticipado del total del año) y el Drei, más la afectación de de un 30 por ciento del llamado Fondo Sojero –que envía la Nación– a obras de cloacas y otro tanto a pavimentos, y la reserva de parte del impuesto provincial a las embarcaciones –el municipio recibe el 90 por ciento del mismo– a un ítem de ayuda a los clubes y otro de fortalecimiento del servicio de guardavidas en las playas de la zona norte, entre otros puntos. Igual, el debate apuntó al ítem que le seguía: el Presupuesto 2013.
Mayoría y cruces
Con los números ya favorables al oficialismo, que a esa altura sumaba para ambas discusiones 13 votos a favor sobre los 22 integrantes del Palacio Vasallo, se abrieron los cruces.
Específicos
Las críticas más duras apuntaron a subestimación de ingresos por parte del Ejecutivo para así –acusaron– poder disponer de dinero extra sin control del Concejo durante el ejercicio, más subejecución de partidas con fines específicos –Preservación urbana o desagües pluviales fueron algunos de los ejemplos citados– con el fin de que pasen al rubro Rentas Generales y que la intendencia puede manejarlos a discreción. Diego Giuliano, del justicialista Bloque Encuentro por Rosario, María Eugenia Schmuck y Jorge Boasso, del Bloque Radical, y por supuesto Cavallero, fueron quienes más acicatearon al respecto. El edil del PPS insistió con su reclamo de asegurar los llamados fondos específicos, como el de cloacas y pavimentos definitivos. Lo hizo con abundantes cifras, al igual que sus colegas. Quien respondió fue el socialista Manuel Sciutto: rechazó las imputaciones y expresó que está pendiente una rediscusión de los denominados fondos específicos, cuya abundancia dificulta –dijo– la ejecución del Presupuesto, manteniendo sí los que apuntan a pavimento, fondos de tierras y desagües cloacales.
Al cierre de esta edición, con mayoría simple asegurada para el oficialismo, los concejales se aprestaban a votar las modificaciones a los tributos para ingresar a la del presupuesto, con igual correlación de votos que beneficiaba a la administración rosarina. Después, aguardaba una larga lista de otros temas, entre ellos, y a la cola, el de la ampliación de las licencias de taxis.