“Yo no tengo nada que ver con los dos hechos que se me acusa. No tengo problemas con ninguno de los dos. No me fugué, me fui porque me saquearon la casa. Me presenté por las amenazas que recibimos”. Esa fue la respuesta que dio ante la Justicia un hombre sindicado como autor de dos hechos de homicidio, uno de ellos en grado de tentativa, ocurridos en septiembre y noviembre pasados en la zona noroeste. Los testimonios coinciden en la personalidad virulenta del sospechoso que es hijo de un policía retirado y manifestaron temor a represalias. Por su parte, el juez José Luis Suárez dispuso el dictado de la prisión preventiva en su contra por el término de ley.
Según el planteo fiscal, Yamil Brian A. baleó el 17 de septiembre pasado a Cesar Matías B. en la puerta de su casa. La víctima se encontraba charlando con su hermano cuando el sospechoso pasó a toda velocidad por calle Einstein al 7100 a bordo de un auto Volkswagen Gol. Según los testimonios, los rozó con el vehículo pero César le dijo a su hermano que era Brian y que lo dejara así, pero el automovilista regresó, se bajó con un arma en la mano y se puso detrás de la puerta del automóvil. El hermano de la víctima lo quiso calmar y le puso la mano en el hombro, pero Brian se la sacó con un movimiento de hombro y comenzó a disparar. Efectuó entre 6 y 7 tiros, refirieron los testigos. Tres de ellos ingresaron en el cuerpo de César. Uno en la cadera y dos en los muslos, por lo que debió ser operado y su recuperación se extendió por más de 30 días, explicó el fiscal Pablo Pinto
Un testigo resaltó que ninguno de los integrantes de la familia tenía problemas con el imputado, pero que tienen esa actitud con toda la gente del barrio. Aunque este no fue el único hecho que Pinto le imputó.
La tarde del 26 de noviembre Alejandro “Piru” Fabián Fernández, de 21 años, fue baleado a metros de su casa en Bielsa y Ecuador. Uno de esos disparos le impactó en la cabeza y murió. Su vecino Yamil Brian A. quedó en la mira de los investigadores. Las cataratas de llamados al 911 informando el hecho dejaron datos del agresor. Según refirieron al menos tres testigos, que prefirieron resguardar su identidad por temor, la familia de Yamil Brian A. habita a media cuadra del lugar del hecho. Esa tarde Yamil Brian y su hermano Pablo estaban en la puerta de su vivienda cuando vieron a Fernández y en ese punto los testimonios se bifurcan: uno dice que vio correr a los hermanos como locos y que Pablo le pasó un arma a Yamil Brian, quien disparó contra la víctima por la espalda, mientras su hermano se volvió a buscar un automóvil Fiat Uno en el que huyeron. Esta persona sostuvo que el problema se inició cuando Yamil Brian le disparó a Cesar B. y vinieron a consultarle a Alejandro sobre el tema, porque conocía al presunto agresor, entonces Yamil Brian le dijo que era un traidor y que iban a tener problemas. Otro declarante dijo que Fernández discutió con uno de los hermanos y la víctima recibió una piña, entonces Piru sacó un arma. Su contrincante le dijo: “Pará, para qué vamos a pelear por esto”, pero vino el otro hermano corriendo y le disparó. Luego ambos huyeron en un automóvil a toda velocidad.
Cuando la Policía llegó al lugar, Fernández yacía muerto con una pistola 11.25 a su lado y un revólver 22 en la cintura. Algunas horas después la casa del ahora imputado fue incendiada por la muchedumbre que se agolpó en el lugar.
Yamil Brian A. se desligó del hecho y el fiscal Pinto solicitó la prisión preventiva sin plazo.
Para ello tuvo en cuenta la gravedad de los hechos, los meses que el imputado se mantuvo prófugo y el vínculo familiar con miembros o ex miembros de las fuerzas policiales.
A su turno, el defensor Ariel Zeballos solicitó que, en caso de dictarse la prisión preventiva, el plazo se fije en 60 días y se lo remita a un pabellón particular para resguardar su integridad física.
Ante ello el juez José Luis Suárez dispuso una medida cautelar por el plazo de ley y admitió el pedido de alojamiento y en caso de no existir cupo se lo incluya en el protocolo de resguardo.
