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Primer acuerdo con las Farc

Se refiere al tema de la tierra, en un abordaje “superador de la reforma agraria tradicional”. No hubo precisiones pero se dejó en claro que no hay aplicación parcial de los entendimientos, todos atados al éxito final de las discusiones.

farc-dentroEl gobierno de Colombia y las Farc anunciaron ayer que alcanzaron el primer acuerdo en el diálogo que llevan adelante desde noviembre pasado en La Habana en procura de sellar un compromiso de paz que ponga fin al prolongado conflicto armado, aunque la organización guerrillera aclaró que hay “salvedades puntuales” que habrá que solucionar.

“Hemos llegado a un acuerdo sobre el primer punto” de los cinco que conforman la agenda de las conversaciones, el que se refiere a la política rural y era considerado como el más complejo de todos, dijeron las partes en un comunicado conjunto.

“Puedo afirmar con certeza que lo acordado en el tema agrario permite transformar de forma radical la realidad rural de Colombia”, aseguró el jefe de los representantes del gobierno, el ex vicepresidente Humberto de la Calle.

“Hemos avanzado en la construcción de un acuerdo, con salvedades puntuales que necesariamente tendrán que ser retomadas antes de la concreción de un acuerdo final”, dijo el número dos de las Farc y líder de la delegación en La Habana, Luciano Marín, alias Iván Márquez.

Ambas partes subrayaron que el acuerdo será definitivo sólo cuando hayan finalizado con éxito los restantes temas de la agenda.

“No hay aplicación parcial de los acuerdos”, remarcó De la Calle.

Las partes emitieron un comunicado conjunto y De la Calle y Márquez hicieron declaraciones pero no permitieron preguntas de los periodistas, por lo que no trascendieron mayores detalles del acuerdo ni de las “salvedades” planteadas por el grupo guerrillero.

No obstante, De la Calle indicó que el acuerdo está centrado “en la gente, en la economía campesina, el desarrollo territorial, el impulso de la infraestructura rural y el fomento de políticas sociales”, entre otros aspectos.

También tiene en cuenta a los desplazados y a los que sufrieron el despojo de tierras, pone énfasis en la presencia del Estado en todas las zonas rurales y conlleva un “ambicioso” programa de adjudicación y formalización de la tierra.

“Todo esto se hará con pleno respeto por la propiedad privada y el estado de derecho”, de modo que “los propietarios legales nada tienen que temer”, resaltó De la Calle.

El ex vicepresidente aseguró que se trata de “un cambio histórico, un renacimiento del campo colombiano, que puede darse en el escenario del fin del conflicto”.

Añadió que el acuerdo alcanzado “supera la visión tradicional de una reforma agraria y pretende crear cambios reales para cerrar la brecha entre el país rural y el urbano”.

“Una vez que tengamos ese documento final, y ojalá que así ocurra, será sometido a la ratificación de los ciudadanos, por medio de un mecanismo de refrendación popular. Serán los colombianos, en última instancia, los que digan si quieren o no este acuerdo”, manifestó De la Calle.

En tanto, Márquez sostuvo que “las reivindicaciones más sentidas de las comunidades rurales y empobrecidas fueron bandera” de las Farc durante las negociaciones y reconoció que se está “abriendo una brecha para que el pueblo actúe”.

El jefe guerrillero alertó contra “la inclemencia de medidas y políticas económicas” que puedan entregar el territorio a “la voracidad” de grandes propietarios y manifestó su preocupación por la posibilidad de que se siga profundizando “la desigualdad” y sigan “cayendo compatriotas, de lado y lado”, a causa del conflicto armado.

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