El gobierno provincial autorizó finalmente una suba acumulada en la tarifa del agua del 40,8 por ciento para el primer semestre del año. Un 28 por ciento comenzará a facturase a partir de febrero, mientras que el 10% restante se cobrará desde junio. La administración santafesina no descartó nuevos incrementos en la segunda parte de 2017. Con todo, el ajuste anunciado hasta ahora es menor a lo que había pedido Aguas Santafesinas (Assa).
El aumento tarifario se conoció ayer por la tarde a través de un breve comunicado que el gobierno provincial envió a lo medios comunicación.
La resolución (número 054/17) la firmó el ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay.
La suba prevista es, por un lado, del 28 por ciento a facturase a partir de febrero (en el bimestre 02/2017). Mientras que el 10% restante se cobrará desde junio (bimestre 03). El aumento acumulado llega así al 40,8% para los primeros seis meses.
Garibay aclaró que la decisión se tomó “sin perjuicio” de un “eventual incremento para el cuarto y quinto bimestre”, algo que quedará a “criterio de la autoridad de aplicación”. Es decir, del gobierno santafesino.
La resolución establece que el ajuste se da en forma desdoblada “en función de la “consideraciones” efectuadas por Assa, el Ente Regulador (Enress) y lo expresado en las audiencias públicas.
También se tuvieron en cuenta las “variaciones económicas, los aumentos salariales de la paritarias 2017, los posibles escenarios inflacionarios y la macroeconomía, que a la fecha resulta difícil de pronosticar”.
Además, el escrito detalla las conclusiones a las que arribó la cartera para la decisión. Entre otras cosas, se señala:
♦Que existe una evolución “constante del déficit” en materia de ingresos derivados de la tarifa que, “lejos de paliarse” con los sucesivos aumentos, “se ha profundizado”.
♦Que no se han determinado “situaciones concretas que correspondan a ineficiencias empresarias”.
♦Se constató un “desequilibrio puntual” en la relación tarifas/aportes. En 2016 el gobierno provincial se hizo cargo de hasta el 38% de la cobertura de costos de Assa.
♦Los “sistemas” de subsidios externos e internos, así como las exenciones y el régimen de casos sociales, “seguirán vigentes”.
♦Es necesidad transitar “paulatinamente” los ajustes derivados de la situación de déficit.
♦“No es posible soslayar las recomendaciones oídas” en audiencias públicas en torno a la “situación económica” de los usuarios.
♦La gradualidad de los ajustes resulta un derecho patrimonial “con rango constitucional de protección”.
La historia
El incremento inicial que impondrá el gobierno santafesino será menor a lo que meses atrás solicitaron las autoridades de Assa. Por entonces también se propuso un aumento escalonado, aunque de 38% para el primer bimestre y el 11% para cada uno de los tres períodos siguientes, llegando así a un acumulado del 89%.
El presidente de Assa, Sebastián Bonet, explicó desde un principio que el ajuste se fundamentaba en los “mayores costos” y “la incorporación de nuevas instalaciones operativas”.
Según el funcionario, los rubros que representan el 75% del total de gastos de la empresa sufrieron fuertes aumentos en 2016, muy por encima de la inflación: la energía eléctrica 188%, mantenimiento y reparaciones 68%, materiales y repuestos 58% e insumos químicos 56%.
Lo que viene
En tanto, la empresa de agua potable y cloacas también quiere reestructurar su sistema de facturación, lo que deberá ser tratado en la Legislatura provincial.
Una de las propuestas apunta a la equidad. Es que hoy el Estado subsidia el costo a todos los usuarios, sin distinción de nivel económico o necesidad. La idea es instaurar una tarifa social para sectores urbanos definidos por el valor inmobiliario de su propiedad, y subsidiar la tarifa a quienes realmente lo necesiten.
Y habrá además “otra” tarifa social para usuarios que en forma individual demuestren su imposibilidad de pago.
Otro de los cambios tiene que ver con el destino final. El precio del agua potable es el mismo para usos domésticos (residenciales) y comerciales (no residenciales). La intención es que en el futuro haya costos diferenciados.
Por último, en razón de que la facturación bimestral le resta capacidad de gestión a la empresa, Assa buscará pasar a un sistema de cobro mensual que le permitirá contar con recursos corrientes en forma más inmediata.
Algunas críticas
Algunas organizaciones defensoras de los derechos de los consumidores vienen siendo muy críticas de la gestión de Aguas Santafesinas.
Alberto Muñoz, presidente de la Unión de Usuarios, señaló que el año pasado Assa aumentó su gasto operativo un 57%, siendo así el ajuste “más grande de su historia”.
“La pregunta que nos hacemos es por qué justo cuando el usuario tiene menos plata en sus bolsillos, la empresa se da el lujo de tener el gasto operativo más grande de su historia”, agregó.
“En las audiencias públicas hubo oradores que le pasaron revista a los distintos incumplimientos, como por ejemplo la colocación de medidores. En el año 2012 tenía que colocar 20.000, en 2013 46.000, en 2014 20.000 y así sucesivamente, y no colocó ninguno”, sostuvo luego.
Tras eso, dijo que “en barrio Las Flores de Santa Fe se tapan las cloacas todos los meses”.
“Que le vayan a plantear el aumento a esas familias, que tienen que convivir con el olor nauseabundo todo el año. Que le expliquen también a los vecinos de barrio Urquiza en Santa Fe, que viven cerca del socavón y no han podido acertar una y otra vez con el arreglo. O a los vecinos de Rosario de Domingo Matheu y el Saladillo, que no tienen presión de agua durante el verano”, señaló.
Y continuó: “Lo que pasa es que tiene que haber una relación entre el producto que se brinda y el precio que se cobra”.