Imposible pedir un escenario mejor para empezar a levantar cabeza y superar cuanto antes el duro revés que significó el inesperado 0-1 del pasado sábado en el Olaeta ante Ituzaingó. Esta tarde Argentino se pone al día con su agenda en la visita al colista Central Ballester, en el duelo pendiente de la 8ª fecha del campeonato de Primera D.
En el desafío de hoy, el Sala tendrá como primer rival a sus propios problemas. Muchos lesionados, varios sancionados y escasos recursos para suplir tantas bajas son los principales contratiempos que afrontaron los entrenadores Walter Bello y Silvio Conti a la hora de armar el equipo.
A la pérdida del goleador Luciano Pons (quinta amarilla) así como a la nueva ausencia de Sergio Rocha en la línea de fondo (recibió dos fechas de suspensión en el empate sin goles ante Atlas) se suman las bajas por lesión de Matías Ferreyra (fuerte golpe en una vértebra) y Nicolás Alemanno (esguince de tobillo), además de Matías Sayal, quien no integrará la delegación que viajará esta tarde por motivos personales.
Es por eso que la dupla técnica apostó por el ingreso de Álvaro Di Lorenzo como carrilero por derecha en lugar de Ferreyra, mientras que en defensa, Juan Zárate continuará reemplazando al expulsado Rocha.
Por el artillero del equipo ingresará Walter Bello, hijo del entrenador, quien hará su debut con la camiseta de Argentino tras incorporarse al club a principios de temporada.
Enfrente estará un equipo golpeado y con severos problemas internos. Último en la tabla de posiciones y a un pasito de la desafiliación, en sus últimas cinco presentaciones Central Ballester cosechó apenas un empate y el resto todas derrotas.
Por tal motivo, el Sala no puede darse el lujo de dejar pasar un chance tan grande para retomar la senda del triunfo, de la cual se desvió tras el empate sin goles en la visita a Riestra. Además, un triunfo de Argentino serviría para afrontar con el ánimo renovado el compromiso del lunes en cancha de Cañuelas.
El encuentro de esta tarde, que en un principio estaba programado para disputarse el 8 de octubre, debió ser suspendido por el árbitro Eugenio Bevacqua debido a la ausencia del personal médico obligatorio para poder llevar a cabo el espectáculo.