Una de las primeras decisiones del nuevo gobierno fue cambiar la cúpula policial. El jueves 12, el mandatario Omar Perotti y el ministro de Seguridad Marcelo Saín designaron al comisario general Víctor Sarnaglia y al director general Martín Musuruana como nuevos jefe y subjefe de la Policía provincial en reemplazo de los salientes Marcelo Villanúa y Carlos Ariel Pross.
Un día después, Sarnaglia –creador de la Tropa de Operaciones Especiales en la década del 90– hizo sus primeras declaraciones públicas como nuevo jefe de la Policía de Santa Fe: reconoció que la situación “es crítica”, planteó la necesidad de capacitar a los uniformados y dijo que va a ser inflexible con la corrupción: “Nadie va a pedir nada en nombre de Víctor Sarnaglia. Y si lo hacen, ya les digo que lo denuncien. El Estado provincial les brindará todo lo que la Policía necesita”.
Según el nuevo jefe policial, para mejorar la situación de la seguridad pública es necesario reformar el perfil y la forma de trabajo de los uniformados: “La Policía ha sido reactiva, reacciona ante lo que ocurre, pero tiene que ser proactiva”.
En declaraciones a Aire de Santa Fe, Sarnaglia elogió al nuevo ministro Marcelo Saín (“es una persona que sabe del tema”) y reconoció que el diagnóstico en materia de seguridad “es crítico, tal como lo marcó el gobernador en la Legislatura, porque él mismo interpreta el sentir popular”.
“Soy vecino de Santa Fe y percibo que estamos en una crisis. Tenemos que recuperar la confianza pública y la legitimidad popular. La Policía proviene del pueblo y está al servicio del pueblo, por lo que tiene que ser un servicio al público”, agregó Sarnaglia.
El nuevo jefe también remarcó que es necesario y urgente que se profundice la capacitación dentro de la fuerza: “La Escuela Superior de Policía, que no era muy buena, estuvo cerrada diez años. No había que cerrarla, sino mejorarla. Hubo una discontinuidad de la capacitación de los oficiales, jefes y superiores de la Policía”.
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