Yusa visitó Rosario en muchas oportunidades: presentó discos, repaso temas imprescindibles de la música latinoamericana y realizó shows a dúo. Así fue haciéndose de un público que la respeta y admira. Ahora, y tras haber comenzado el año en Cuba, su país de origen, donde tocó en el tradicional Festival de Trovadores Longina en Santa Clara, regresa mañana a Rosario para repasar, en el escenario del Distrito Siete (Ovidio Lagos 790), a partir de las 21, su repertorio en formato acústico.
En diálogo con El Ciudadano, Yusa adelantó que llegará a la ciudad acompañada por el bajista Quique Ferrari, con quien lleva cinco años de trabajo. “Con el tiempo, hemos logrado un sonido sólido, compartimos la intimidad de la música. Y eso es lo que va a suceder en el D7”, describió la cubana sin ocultar la emoción por lo que se viene: “En este instante estoy trabajando en la estructura de un nuevo disco”.
Tras la edición de Libro de Cabecera, en tardes de café, su último material, en el que homenajea a sus principales referentes, Yusa se prepara para lanzar un material inédito que graficará sus nuevas inquietudes musicales, una etapa “más intimista, un regreso a un sonido más limpio, más puro, sin muchas vestiduras”, según describió.
En este momento, la artista atraviesa un tiempo en el que recopila su trabajo de los últimos años, decidiendo qué formará parte del material que, según confesó, tendrá que ver con su lado más funky, “mas movido”, sin dejar de lado su amplio abanico sonoro y con letras inspiradas en “los estímulos, las redes, pensando dónde vamos a parar con nuestros encuentros. Además del amor, que es siempre recurrente, porque para mí es una necesidad”.
Si bien es ciudadana del mundo ya que por su trabajo realiza normalmente cantidad de recorridos por distintos países, Yusa vive en Argentina hace varios años pero visita su país de origen con frecuencia. “A Cuba voy todo el tiempo”, lanzó mientras que, consultada por su reciente visita y su opinión sobre los procesos de cambio que está atravesando, consignó: “Cuba está pasando por un momento de cambio que tiene una consecuencia a largo plazo. Lo que espero es que siga siendo ese país que todo el mundo quiere mejorar, poder tener una mejor vida para todos. Nunca va a ser malo tener una apertura, siempre da la posibilidad de evaluar lo que uno ha hecho. Pero no tiene que ver con cambiar una cosa por otra. A veces las personas, según su cultura, funcionan de otra manera. Viene un gobierno que saca todo lo que hizo el gobierno anterior, eso no me parece ninguna apertura, al contrario, me parece bastante precario. Nosotros no tenemos odio para con Estados Unidos, vivimos muy cerca. No es como acá, que lo que tiene que ver con ellos tiene más que ver con el «mainstream»; en Cuba siempre hemos estado cerca y el intercambio cultural nunca ha parado, más allá del bloqueo. A mí me interesa tener una Cuba abierta mentalmente, una Cuba como la que conocí cuando nací, en la que me crié; pero yo tuve la oportunidad de elegir y me gustaría que todos la tengan. Creo que eso se da de a poco”.
Para concluir, y consultada sobre si su pensamiento viró hacía la Argentina cuando se refirió a cambios políticos rotundos, Yusa aclaró que no específicamente, pero opinó: “He vivido toda mi vida viajando por el mundo, viendo cómo funcionan todo tipo de sociedades, las necesidades siempre son las mismas, lo que cambian son los sistemas. Algunos son modelos repetidos, otros obsoletos. Pero la parte que nunca he visto es el hecho de hacer una especie de borrón y cuenta nueva dejando atrás cosas que son importantes, batallas que se han podido ganar, eso es, para mí, no ir para adelante”.