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Prisión preventiva para abogado por el crimen de su mujer

Sequeira desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la localidad de El Ombú, partido de Ezeiza, donde convivía con el abogado, quien recién denunció el hecho el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla.

El abogado Rubén Carrazzone fue procesado con prisión preventiva por el femicidio de su mujer, Stella Maris Sequeira, desaparecida en diciembre de 2016 en la localidad bonaerense de Ezeiza, y por haber realizado una falsa denuncia de secuestro con el fin de desviar la pesquisa, informaron fuentes judiciales.

La resolución, a la que Télam tuvo acceso, fue dictada por el juez federal 1 de Lomas de Zamora, Alberto Santa Marina, quien además embargó al procesado en un millón de pesos y ordenó al Servicio Penitenciario Federal que el lunes próximo lo traslade a tribunales para notificarlo de su situación.

Para el juez, Carrazone (63) cometió el homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género de Sequeira (58) y una falsa denuncia para simular el secuestro extorsivo de ésta.

Es que Sequeira desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la localidad de El Ombú, partido de Ezeiza, donde convivía con el abogado, quien recién denunció el hecho el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que le exigieron 80.000 dólares para liberarla.

Pero a criterio de la fiscalía que investigó el hecho, de la querella y ahora del propio juez ese secuestro extorsivo no existió y todo indica que fue una maniobra dilatoria para entorpecer la pesquisa.

Por ese supuesto secuestro estuvo detenido Miguel Angel Franco (62), quien había sido cliente de Carrazzone y que fue acusado de colaborar en las llamadas extorsivas, aunque finalmente fue sobreseído.

Si bien Carrazzone siempre negó hechos de violencia contra su mujer, para el juez existen elementos suficientes para acreditar en esta instancia que el penalista y Sequeira mantenían una relación conflictiva de pareja y que él la golpeaba.

Los testimonios recabados, indica el escrito judicial, permiten sostener que «que existían en la fase íntima de la pareja Carrazone-Sequeira conflictos que iban más allá de las simples discusiones, incluyendo episodios de violencia del primero hacia  la víctima».

«Pero la sospecha no deberá agotarse tan sólo en la violencia física pretérita que hubiera sufrido la víctima -según el fallo- (…) debe tenerse en cuenta que no se ha logrado incorporar al legajo un solo indicador que permita suponer que Sequeira podría haber querido abandonar todo su entorno sin dejar rastro»

«Es irrazonable suponer en este sentido, que cualquier persona  (y en especial de las características de la víctima puestas de manifiesto por sus seres queridos) haya renunciado de manera abrupta por cualquier tipo de motivación a tomar contacto con sus afectos, bienes patrimoniales y demás derechos personalísimos desde hace más de un año, sin que se tenga ni un solo rastro de su paradero», agrega.

También, en base a esas evidencias, Santa Marina cree que el móvil del crimen pudo ser tanto por esos conflictos como por una motivación económica, ya que faltó dinero de Sequeira (50.000 dólares) de la casa que ambos compartían, aunque era propiedad de la mujer.

El juez también tuvo en cuenta que la última vez que la mujer fue vista estaba a solas con su pareja, que hay dos testigos que declararon haber escuchado una discusión a los gritos e insultos y que otros revelaron que ella sospechaba que él le era infiel.

Una testigo citada por el magistrado relató que el día previo a su desaparición, la víctima le contó que iba a separarse del abogado y que éste se tendría que ir de su casa «con un bolsito» como había llegado hace muchos años.

“Yo le conozco muchos chanchullos a Rubén. Él me la va a pagar, porque no es sólo que me engañó sino que con quién me engañó fue con Lourdes», le dijo Sequeira a una amiga, al referirse a Lourdes Olivera, una ex socia suya que le debía plata y con quien estaba enemistada.

El magistrado también analizó la demora del abogado en haber denunciado la desaparición de su mujer y el hecho de que lo hiciera la madrugada de Año Nuevo: «Es una ocasión en que además de ser una fecha festiva, comenzaba la feria judicial estival; circunstancia que no podía desconocer el acusado, quien se desempeña como abogado penalista».

«Además, no resulta aventurado suponer que dicha demora obedeció no sólo para efectuar los arreglos necesarios para sostener una coartada atendible, y que sostuvo en el tiempo hasta el día de la fecha, sino que la misma pudo haberse utilizado, inclusive, para deshacerse del cuerpo», escribió.

Sobre la ausencia del cadáver, Santa Marina no lo consideró un impedimento para probar un homicidio y apeló a citar jurisprudencia al respecto.

Finalmente, justificó la prisión preventiva de Carrazzone -detenido en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza desde el 13 de marzo último- en la convicción de que en libertad «podría conspirar seriamente para el avance investigativo».

El fallo del juez Santa Marina coincidió con los requerimientos planteados por el fiscal federal que instruyó la causa, Leonel Gómez Barbella, la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la abogada querellante Raquel Hermida Leyenda, que representa en la causa a la hija de Sequeira, Solange Ponzo.

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