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Problemas de crecimiento

Por: María Iglesia

La Argentina recuperó en junio los niveles máximos de producción que había alcanzado antes de que comenzara a impactar la crisis internacional en el país, en septiembre de 2008. De esta manera, la fase para alcanzar el terreno perdido desde que se produjo la caída en la expansión del producto llegó a su límite y, de ahora en adelante, se inicia una etapa de crecimiento genuino.

Al nivel máximo para la economía argentina se había llegado en septiembre de 2008. Luego de ese año sobrevinieron siete meses de caída, hasta abril de 2009, momento en el que comenzó la recuperación. Fue así que llevó 15 meses, hasta junio de 2010, alcanzar lo que se había perdido. Es decir, se necesitó más del doble del tiempo para crecer lo que se había perdido por la contracción económica.

De esta manera, comienzan ahora nuevamente a salir a flote los obstáculos que se enfrentaban en ese momento: falta de inversión en ampliación de plantas, cuellos de botella energéticos, más presión a los precios por mayor demanda y la necesidad de cubrir los faltantes con mayores importaciones, que tanto dolor de cabeza provocan al gobierno.

La consultora Orlando J. Ferreres y Asociados difundió un informe en el que detalla que la economía, según sus estimaciones, creció un 10 por ciento en junio en la comparación con el mismo mes de 2009. Con esa suba, acumuló en los primeros seis meses de 2010 un incremento del 7 por ciento. También Gabriel Rubinstein y Asociados dio a conocer sus números, que indicaron que en junio la expansión fue del 7,8 por ciento en el registro interanual y en el acumulado el alza llegó al 5,7 por ciento.

Pero los problemas que surgen con la expansión de la economía no sólo afectan a la Argentina. En Brasil, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, reveló que tuvo que tomar medidas para enfriar la economía con el objetivo de detener las presiones inflacionarias que generaba el crecimiento a ritmo chino del PBI. “Tomamos medidas para contener un poco el crecimiento de la economía, porque estaba creciendo muy fuerte, y cuando la demanda es muy fuerte y se compra más de lo que se produce, tenemos algo que no queremos que vuelva a Brasil, que es la inflación”, afirmó Lula da Silva.

En ese sentido, retiró los planes de estímulo al consumo y, además, el Banco Central de Brasil aumentó la tasa de interés de referencia cuando la llevó de 10,25 por ciento a 10,75. Esta última medida fue fuertemente criticada tanto por los industriales (encabezados en la Federación de Industriales de San Pablo, Fiesp), como también de los sindicatos. Es que al elevar la tasa se encarece el costo del crédito tanto para la inversión como para el consumo. Las previsiones dentro del gigante de la región es que el PBI se expanda en 2010 en torno a un 7 por ciento y no a un 10 como lo hizo en el primer trimestre.

Pese a las dificultades prácticas en la economía argentina y las autoimpuestas en la brasileña, las perspectivas son optimistas. Para este año, las estimaciones privadas vaticinan un crecimiento de entre el 6 y el 10 por ciento en la Argentina. Y, para el año que viene, seguirá expandiéndose, aunque a un ritmo un poco menor, de alrededor del 6 por ciento. De hecho, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó una expansión del PBI del 6,8 por ciento en 2010, y del 4,5 por ciento en 2011 en el país. Según los números de este organismo dependiente de la ONU, Brasil cerrará 2010 con un crecimiento del 7,6 por ciento y, en 2011, será del 4,5.. Por su parte, el PBI de Uruguay se expandirá un 7 por ciento este año y un 4 el próximo. Paraguay también aumentará su economía en un 7 por ciento en 2010, pero en 2011 lo hará un 3 por ciento.

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