Los hermanos menores de una adolescente de 15 años fueron los primeros en sospechar que la joven era abusada por su propio padre. Los niños observaron por el orificio de una cerradura parte de una escena que le contaron a su mamá, quien enterada de lo ocurrido denunció al padre de sus hijos. El hombre, un albañil de 36 años, fue procesado esta semana por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.
El juez de Instrucción de la 7ª nominación, Juan Andrés Donnola, consideró reunidos los elementos probatorios suficientes para que Adrián Rubén R., de 36, sea sometido a juicio, entre los que destacó el testimonio “concreto y verosímil” de la víctima, el informe forense que constató signos de relaciones sexuales frecuentes y de antiguo tiempo y los relatos de sus hermanos menores, quienes dijeron que cada vez que la mamá se ausentaba de la casa su papá les daba dinero para que lo dejaran a solas con la víctima.
La denuncia fue presentada el 26 de diciembre pasado por la mamá de la adolescente de 15 años, y ratificada con detalles por la víctima. Según su testimonio, los abusos comenzaron cuando tenía 13 y se repitieron en múltiples circunstancias que tenían en común la ausencia de su mamá, cada vez que iba a trabajar o concurría a la iglesia.
La chica dijo que no se animó a contar nada por vergüenza y porque su papá la amenazaba con “matar a todos” si decía algo.
Según se desprende de la causa, los hechos saltaron a la luz a raíz de sospechas que surgieron de dos de sus hermanitos menores, de 10 y 12 años, quienes en una oportunidad que Adrián Rubén R., el papá de la niña, la llamó y se encerró con ella en su cuarto, espiaron parte de una escena sexual por el orificio de una cerradura. Los niños le avisaron a su mamá, quien en un principio no les creyó, aunque comenzó a tener sospechas, sobre todo por algunas actitudes de su pareja con la niña en cuestión, como la sobreprotección. En una de las repetidas situaciones, los niños buscaron a su mamá, que trabajaba en una verdulería cercana, y fue la misma mujer quien halló a su marido desnudo junto a su hija.
Entre las pruebas colectadas por el juez Donnola contra el albañil, detenido el 19 de mayo de este año, se encuentra la imputación “mantenida por la víctima durante todo el proceso judicial”. Además, un exhaustivo informe forense indica que la menor de 15 años tiene habitualidad de coito vaginal, “circunstancia que parece condecirse con el relato e imputación”.
El juez valoró también las declaraciones de la víctima, “quien manifiesta un relato preciso de los modos, circunstancias y forma en que el padre la sometía sexualmente”, y en las que pudo determinar la “manera en que controlaba que su situación no sea vista por otros integrantes de la familia”.
Se agregan a estas pruebas las declaraciones de dos de los hermanos menores de la víctima, de 10 y 12 años, quienes observaron a través de una ventana parte de una escena, que luego cuentan a su madre y también alcanzaron a observar a los dos desnudos en su hogar.
Según el fallo, también se valoró “ausencia de conductas fabuladoras de parte de la víctima, quien tiene además una edad cronológica coherente a su edad mental”.
Por último, el juez tuvo en cuenta la propia declaración del imputado, que si bien en un principio se abstuvo de declarar, más tarde negó la grave denuncia que le achacaron “indicando solamente una eventual ausencia los fines de semana y el desconocimiento de los motivos de tamaña acusación por parte de su hija”.
Por todo ello, Adrián Rubén R., de 36 años, fue procesado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y se trabó un embargo de 80 mil pesos sobre sus bienes.
